ENTREVISTA— Ministra
de Hacienda
Montero: “Feijóo no tiene ni liderazgo ni
autoridad dentro del PP para algo tan democrático como es cumplir la
Constitución”
· La ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, que anuncia
“cambios estructurales en materia fiscal” cuando descienda la inflación, cree
que el PP ha perdido el norte y que hay “una derecha reaccionaria que no quiere
que cambie nada en relación a la composición del CGPJ y que no reconoce como
legítimo a este gobierno”
Médica de
profesión, ex consejera de Sanidad y de Hacienda en la Junta de Andalucía y
ministra de Hacienda, María Jesús Montero (Sevilla, 1966) ha sido protagonista
de la semana por partida doble. Por haber logrado los apoyos necesarios para
que el Congreso de los Diputados tumbará las 7 enmiendas a la totalidad de las
Presupuestos Generales para 2023 y por haber explicitado, en el marco del
debate parlamentario, el compromiso del Ejecutivo para reformar el delito de
sedición, que ha dinamitado la negociación para desbloquear la renovación el
Consejo General del Poder Judicial.
Sobre lo
primero, está segura de que la senda presupuestaria no sólo es la adecuada sino
que además librará a España de entrar en recesión. Con todo, mantiene la
prudencia y un margen fiscal para adoptar medidas de protección social si el
horizonte, como parece, se complica. Sobre lo segundo, cree que sus
palabras sobre la revisión del Código Penal son sólo la enésima excusa de un PP
que no está a la altura de lo que el país necesita y el clavo al que se ha
agarrado Feijóo para romper un acuerdo que estaba solo pendiente de firma. “Pierde
España, pierde la Justicia, pierde el señor Feijoo y ganan Ayuso y la derecha
más reaccionaria”, afirma.
Lean
porque no es Montero, una ministra de verbo rápido, persona que se muerda la
lengua o deje pregunta sin respuesta si de lo que se trata, claro, es de hacer
un traje a medida a un PP que, en su opinión, “ha perdido el norte” y “no tiene
ninguna excusa para explicar al ciudadano por qué no cumple con la
Constitución”. Si sobre lo que se le pregunta es por las diferencias en el seno
de la coalición o en su propio partido ante la Ley Trans, la prudencia se
impone en esta mujer que, desde julio, compatibiliza los números del Estado con
la vicesecretaría general del PSOE.
El Congreso tumbó el jueves las siete
enmiendas de devolución de los PGE. Son los terceros de la coalición de
gobierno a la que muy pocos en 2019 daban tanto tiempo de vida. ¿La correlación
de fuerzas en el Parlamento sigue siendo favorable al PSOE?
Así es.
Unos terceros presupuestos que han sido muy importantes después del rechazo de
esas siete enmiendas a la totalidad y que aportan estabilidad política en un
momento necesario para el país, en el que tenemos que seguir emprendiendo
grandes reformas y atender la urgencia derivada de las consecuencias económicas
de la crisis. Y en segundo lugar, aportan una estabilidad política que da un
mensaje muy claro también al conjunto de la sociedad, al mundo y al mercado de
la inversión mientras en Europa estamos viendo turbulencias en
determinados gobiernos.
¿Estos presupuestos nacen viciados e
hipotecan el futuro de las próximas generaciones, como dice el PP?
Todo lo
contrario. Todos los organismos internacionales lo que han trasladado es que
los ingresos que el Presupuesto plantea para el año que viene son muy
prudentes. Si hay una crítica común en todos los informes es que los
ingresos se han calculado de forma muy prudente porque el Gobierno
deliberadamente ha querido reservar un margen fiscal para que en el mes de
noviembre, una vez que evaluemos cómo se va a comportar el año 2023, procedamos
a prorrogar o no determinadas medidas que estaban puestas en marcha para ayudar
a las familias, póngase el caso de la rebaja del IVA de la luz o del gas, el
incremento de la ayuda en el Ingreso Mínimo Vital o ayudas al sector
productivo. En definitiva, estamos trabajando en una dirección y también
estamos atendiendo lo urgente a través del decreto ley que aprobaremos mas
adelante.
Pero los PGE han sido enmendados por la
AIREF, el Banco de España o el INE, que dan previsiones de crecimiento más
bajas que el Gobierno.
Sí, pero
la AIREF ha dicho que las previsiones del 2,1 para el año que viene están
dentro de la horquilla que la propia AIREF puede dar por válidas. A pesar de
eso, entiende que la previsión de ingreso, incluso con un menor crecimiento, es
muy prudente, lo cual significa que evidentemente tenemos margen no sólo para
cumplir con lo que está establecido en el presupuesto, sino para adoptar
medidas adicionales.
¿España está en riesgo de recesión?
Los
indicadores económicos no marcan eso. Y yo diría que todos los analistas a
nivel internacional no plantean que España vaya a entrar en recesión. Todo lo
contrario. Lo que dicen es que podemos estar en los crecimientos más fuertes
del conjunto de la zona euro, por delante de Francia, de Alemania, de Italia.
Un crecimiento sólido que siguen dando todos los organismos y que por tanto se
aleja de esa perspectiva de recesión. Hoy mismo hemos conocido el dato del PIB
para el último trimestre en donde se ha crecido, a pesar de la dura
circunstancia, un 0,2. Por tanto, a lo largo del año vamos a estar en un
crecimiento que puede superar el 4%, como había previsto el Gobierno. Y eso nos
da una base muy sólida para que el año que viene estemos en esa perspectiva del
entorno del 2% de crecimiento, y con una corrección de la inflación que está
poniendo de manifiesto que las medidas que está adoptando el Gobierno van en la
buena dirección. Estamos conteniendo los precios, puesto que ha bajado más de
un punto y medio la inflación desde el último dato, y esto en un 7,3 está
indicando que a pesar de la dificultad que estamos viviendo, estamos caminando
ya en la parte descendente de la curva.
Y si las familias españolas han perdido
poder adquisitivo y todo indica que vamos a seguir perdiendo en los próximos
meses, ¿cómo se puede justificar el crecimiento del consumo privado para el
próximo año?
Bueno, yo
diría que fundamentalmente lo que se está viendo es que muchas de las medidas
previas que se han puesto en marcha con motivo de la crisis, y que tienen
también que ver con las políticas redistributivas que este Gobierno ha puesto
en marcha como la subida del SMI o la reforma laboral y que están permitiendo
que las familias tengan más certeza respecto a su futuro. No es lo mismo hacer
una planificación económica de comprar una vivienda o de tener una cierta
capacidad de consumo cuando uno tiene un contrato que se renueva a cuando
tienes un contrato indefinido, que te permite saber que durante los siguientes
meses vas a tener ingresos. Eso estimula el consumo y eso hace que una parte
del dinamismo económico de la sociedad, como es justamente el propio consumo
privado, siga creciendo a pesar de las difíciles circunstancias que estamos
atravesando.
Como el horizonte es bastante incierto y
usted misma decía que el Gobierno no descarta tomar nuevas decisiones en
función de cómo evolucione la economía, ¿está descartado deflactar la tarifa
del IRPF?
Sí, yo
creo que el Gobierno ha puesto de manifiesto cuál es su modelo fiscal. Es muy
importante saber que cuando se deflacta la tarifa del IRPF, aunque se diga que
se hace para rentas por debajo, supongamos de 40.000 euros, se está bajando
impuesto a rentas de 100.000, de 200.000, de 300.000 y de toda la escalera
fiscal. Y por tanto, no parece la medida más adecuada que en un momento de
dificultad como este, lo que se haga es bajar los impuestos a aquellos que
tienen un mayor poder adquisitivo y por tanto una mayor resistencia frente a la
crisis, dando una rebaja muy residual a los que están por debajo de 21.000
euros. De manera que el Gobierno ha adoptado otra medida, que ha sido
justamente ajustar o tocar el rendimiento neto del trabajo, de forma que para
una familia de 18.000 euros, la rebaja que propone el PP hace que se produzca
una disminución o un ahorro de 35 euros mientras que con la medida del gobierno
son más de 700 euros los que se ahorra una familia que está justo en los
límites de pobreza o la vulnerabilidad.
¿Se puede rebajar el IVA al 4% de los
productos básicos de la cesta de la compra?
No está
indicada la rebaja del IVA en este momento. Y no lo digo solo yo, lo ha dicho
el comisario Gentiloni, que desaconseja una rebaja general del IVA y por tanto,
que sea ese el impuesto que permanentemente estemos tocando. Sí parece que está
indicado en productos que están teniendo un alto impacto en la subida de
precios por la inflación, como ha sido la electricidad o el gas, pero no en una
rebaja masiva. Lo que hay que hacer es ayudar a las familias para que puedan
llegar a fin de mes, sobre todo a las más vulnerables. Y luego, adoptar medidas
generales para la clase media porque la rebaja del IVA de la luz o del del gas
afecta a todos los ciudadanos con independencia de su renta. Igual que la
bonificación de 20 céntimos de la gasolina.
Olmo Calvo
Hemos conocido que Portugal ha decidido
poner un impuesto especial a los beneficios de las grandes cadenas de
distribución alimentaria. ¿Es posible hacerlo en España?
No está en
la agenda del Gobierno. Lo que sí hemos hecho es una ley de cadena alimentaria
que permita que no haya una venta a pérdida. Lo que tendremos que hacer en el
futuro es revisar estas medidas para ver si han dado el rendimiento esperado y
ya cuando la situación escampe en relación con la inflación, que ha alterado un
poco toda la agenda que el Gobierno tenía prevista, abordaremos otros cambios
estructurales en materia fiscal que fueron dictados también por el comité
de expertos y que se retomarán en el momento oportuno. Por ejemplo, los
impuestos verdes, que son muy importantes para seguir premiando comportamientos
sostenibles con el medioambiente.
¿Y en la agenda del Gobierno está
prorrogar la rebaja del IVA en la factura del gas y de la electricidad más allá
de diciembre?
No lo
descartamos. Lo evaluaremos en el momento en que en el mes de noviembre
conozcamos cómo se van a comportar los precios mayoristas del gas y de la
energía en relación con la excepción ibérica, que, como sabe, ha tenido una
rebaja importante también en la factura y en las medidas de eficiencia, que ya
nos ha permitido ir cumpliendo los objetivos que se nos habían puesto en
Bruselas. Y para ello hemos reservado, como digo, unos recursos que nos
permitan financiar esas medidas para que no haya ningún problema en generar una
deuda adicional o dejar ningún tipo de situación para las generaciones futuras.
¿El nuevo impuesto a la solidaridad es una
imposición sobre grandes fortunas o una respuesta a la supresión del impuesto
de Patrimonio eliminado en Comunidades como Madrid o Andalucía?
Es
justamente una respuesta a la necesidad, en este momento, de que las grandes
fortunas aporten más para que podamos financiar medidas que vayan dirigidas a
la mayoría social del país. Y creo que está muy en la línea de lo que venimos
planteando, pidiendo un mayor esfuerzo a las grandes rentas personales y
también a aquellas empresas que están obteniendo beneficios extraordinarios con
motivo de esta crisis. Y de la misma manera que le hemos pedido un esfuerzo a
las empresas energéticas o se lo pedimos a la banca, se lo pedimos a aquellas rentas
que están por encima de 3 millones de euros y que afecta al 0,2% de la
población. Lo que sí hacemos es que para que no se provoque una doble
imposición, se descuenta el impuesto de Patrimonio en aquellas Comunidades
donde se está abonando para que ese contribuyente no pague por dos sitios
distintos.
¿Hay que armonizar o centralizar, como
apuntó el ministro Escrivá, determinados impuestos básicos sobre los que tienen
competencia las Comunidades autónomas para evitar la competencia fiscal?.
Yo diría
que recentralizar, no. No, salvo que en el modelo de financiación autonómica
hubiera una necesidad de que determinadas figuras, y no tiene porque ser esa,
pudieran tener más sentido dentro de la legislación estatal. Lo que sí hay que
hacer es armonizar, porque es evidente que no se puede producir una carrera
fiscal a la baja entre diferentes Comunidades intentando emular a la Comunidad
de Madrid, que ejerce un efecto capitalidad, lo que significa que tiene más
recursos, no por el hecho de que haya más talento o porque tengan unas
políticas diferenciadas, sino porque se residencian dentro de la capital, como
ocurre en todos los países del mundo. La mayoría de las sedes fiscales, de las
empresas, de los sueldos y por tanto de las altas rentas de muchos de los que
dirigen ese tipo de empresas o de algo tan importante como que es la sede de la
Administración General del Estado y alberga también sueldos altos en lo que es
el IRPF del conjunto de la sociedad están en Madrid. Por tanto, tiene más
capacidad de bajar impuestos y obliga al resto de Comunidades autónomas, si
quieren seguir esa estela, a intentar emularlo. Y ya digo que nunca jamás bajo
ese prisma se puede equiparar ni puede ninguna Comunidad autónoma tener la
misma competitividad que tiene una capital de un país. Y por eso también el
Gobierno está planteando la necesidad de descentralizar determinadas sedes para
que el beneficio de que haya referencias de sedes nacionales se tenga en el
conjunto del territorio, y no solo en una parte mucho más concentrada del
país.
España es el cuarto país de la UE donde
menos crecen los salarios. ¿Cuánto tienen que crecer en 2023?
Hemos
intentado desde el sector público ser un poco punta de lanza de lo que nos
gustaría que fuera el pacto de rentas, donde en este momento los sindicatos y
la patronal tienen una lejanía respecto a las posiciones de intentar un acuerdo
para la moderación salarial. No hay en el horizonte una fecha probable para la
firma de ese pacto de rentas, pero seguiremos trabajando desde el Gobierno para
hacerlo posible. En esas mismas reuniones se le solicitaba al Gobierno que en
el marco de su carácter de empleador público, pudiera también dibujar una
senda. Y creo que la senda que hemos dibujado es bastante razonable. Para el
año que viene tenemos previsto un crecimiento que podría llegar hasta el 3,5%
para los empleados públicos. Además de que este año hemos incorporado una
subida de 1,5 que les permitirá ganar parte de ese poder adquisitivo. En
el marco de tres años, lo que estamos dibujando es una subida salarial del
entorno del 9%. Insisto, en el marco de tres años. Es bastante prudente. Y si
tuviéramos que decir algo en este sentido, ahí está nuestro ejemplo en materia
de empleados públicos.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública Olmo Calvo
¿La patronal está sometida a la presión de
la derecha política para no alcanzar ningún acuerdo en este sentido en la mesa
de diálogo?
Habría que
preguntarles a ellos. Durante todo el tiempo previo, el señor Garamendi y la
CEOE han dado muestra de un gran patriotismo, han llegado a acuerdos muy
importantes en momentos muy duros que ha vivido la sociedad, en donde el Partido
Popular directamente se había instalado en la negación. Y sin embargo, la
patronal, en los momentos de la pandemia, con la subida del SMI o con la
reforma laboral, siempre ha estado a la altura de lo que en ese momento se
pedía. Y ahora parece que el señor Garamendi cree que las condiciones que se le
plantean para el pacto de rentas no son las adecuadas. Pero yo le pediría que
siga profundizando en esta materia, igual que se lo pido a las organizaciones
sindicales porque ese acuerdo daría mucha estabilidad al país y una gran
sostenibilidad en el medio plazo. No es lo mismo cuando una medida la adopta un
Gobierno que cuando viene provocada por el consenso del diálogo social y de los
agentes sociales. Ojalá el año que viene, en 2023, asistamos a más acuerdos en
materia de diálogo social y las presiones que siempre ejerce la derecha
reaccionaria no hagan mella en la CEOE porque hasta la fecha creo que el señor
Garamendi sí ha dado muestras de independencia respecto a esas cuestiones.
El compromiso de reformar el delito de
sedición, ¿realmente trascendía el marco parlamentario o fue una de las
condiciones que impuso ERC para no presentar enmienda de evolución a los
Presupuestos?
No lo
hemos dicho solamente desde el Gobierno. Lo ha dicho también ERC. Eran dos
cuestiones absolutamente distintas. El presidente del Gobierno, en su
investidura ya trasladó que era necesario homologar determinadas figuras del
Código Penal con el marco regulatorio europeo. Y eso es algo que el Gobierno
siempre ha sostenido. Otra cosa distinta son las conversaciones en el marco
presupuestario, que acaban de empezar, que van a ser duras a lo largo de las
próximas semanas y que tendrán que ver con las inversiones y con otras
regulaciones que ya estén en trámite en el Congreso de los Diputados. Pero,
siempre hemos dicho claramente tanto nosotros como ERC, que somos los dos
actores que estamos dialogando, que nada tiene que ver una cuestión con la
otra.
Tan cierto es que fue un compromiso de
investidura del presidente como que esta reforma no está incluida en el plan
normativo del Gobierno.
Y no lo va
a estar hasta que no tengamos la mayoría suficiente para poder llevarla al
Congreso de los Diputados. Nunca incluimos en la agenda normativa un tema hasta
que no tenemos un mínimo de garantía de que tenemos capacidad de llegar a un
acuerdo. No se trata de sujetar los temas a debate por el hecho de sujetarlos,
se trata de conducirlos en la dirección que el Gobierno considera que tienen
que ir. E irán en la dirección de que sean delitos homologables con otros
similares de la normativa europea. Pero es obvio que cualquier reforma del
Código Penal tendrá previamente que pasar por esa mayoría del Congreso de los
Diputados y la tendremos en el momento en que seamos capaces de concitar esos
acuerdos.
¿Y no tienen los apoyos?
No llevo
yo directamente esa materia, pero imagino que si todavía el Gobierno ha
decidido no llevarla es porque hoy por hoy no tiene esa mayoría en los términos
en los que el Gobierno considera que haya que reformar los delitos.
¿Siente que sus palabras del jueves desde
la tribuna del Congreso sobre el delito de sedición, durante el debate de
Presupuestos pudieron dinamitar las negociaciones con el PP para desbloquear la
renovación del Consejo General del Poder Judicial?
Sinceramente,
no. Pienso que evidentemente en el día de ayer [el jueves] estábamos en el
debate de Presupuestos, que era el debate político más importante que había
durante el día. El Partido Popular tenía decidido desde esa mañana romper este
acuerdo y daba igual quién hubiera estado. Daba igual a quién se le hubiera
preguntado. No es un elemento que tenga que ver con la persona, porque dijimos
lo mismo y seguimos diciendo lo mismo desde el primer día. Y el propio
presidente así lo había anunciado. Creo que el Partido Popular no tiene ninguna
excusa para explicar al ciudadano por qué no cumple con la Constitución. Por
tanto, eso me parece anecdotario dentro de lo que está ocurriendo, que es tan
grave como que el principal partido de la oposición está negándose a cumplir la
Constitución, sometiéndola a condicionalidades o chantajes. Y se está
alejando así de un partido de Estado. Uno no puede estar exento de cumplir
las normas o sujetarlas a determinadas condiciones que nada tienen que ver con
las obligaciones que uno tiene. La agenda legislativa del Gobierno,
evidentemente, es la agenda legislativa del Gobierno y sobre ella se podrá
discrepar o se podrá coincidir, pero uno no puede someter el cumplimiento de la
ley a que se legisle en un sentido o se deje de legislar en otro. Eso no lo
podemos hacer los ciudadanos en particular y no lo puede hacer un partido
político.
¿Qué considera que hay realmente detrás de
esta nueva ruptura por parte del Partido Popular?
En primer
lugar, una debilidad manifiesta del líder porque parece que el liderazgo brilla
por su ausencia . Yo creo que muestra evidentemente que el señor Feijóo no
tiene la capacidad, ni el liderazgo ni la autoridad suficiente dentro de su
partido para poder llevar a cabo algo tan democrático como el cumplimiento de la
Constitución. Y al final, a pesar de que el acuerdo estaba ya consensuado y
solo pendiente de la firma, se despierta la derecha más reaccionaria a través
de sus diferentes terminales y terminan moviéndolo de la posición que
escasamente unas horas antes había pactado. Y esto significa que tenemos un
problema muy gordo con el principal partido de la oposición, en el que su líder
no responde, desde luego ante sus propias negociaciones y por tanto, le falta
toda la credibilidad a la hora de sentarse y de cuestionar quién tiene que
dirigir la derecha de este país. Porque si al final no es el señor Feijóo, pues
hay que preguntarse quién está detrás. Y evidentemente son intereses que hay
para que no se modifique el statu en los ámbitos del Consejo General del Poder
Judicial. Habrá que preguntarle al señor Feijóo si no responde a la
Constitución, ¿a quién responde?
¿Quién está detrás?
Bueno,
pues habrá que preguntárselo a él, pero yo creo que es fácil entender que es la
derecha más reaccionaria . Y creo que también hay que pensar quién gana y quién
pierde. Y evidentemente España pierde. Sin este acuerdo, pierde la justicia en
España, puesto que era perentorio, después de cuatro años, llegar a una
renovación del órgano de gobierno de los jueces. Pierde España, pierde la
justicia, pierde el señor Feijóo porque ha perdido toda la credibilidad que
traía en términos de moderación y en términos de que venía a regenerar a su
propio partido. Y yo creo que gana la señora Ayuso.
¿Gana Ayuso?
Sí, yo
creo que gana la señora Ayuso. Al final lo que vamos conociendo es que durante
las horas previas se había producido una conversación
en la que se le había trasladado al señor Feijóo esa presión.
También la de algunos medios. Y es fácil pensar que le temblaron las piernas.
¿Y ahora qué?
Buena
pregunta. Bueno, pues ahora volver a pedirle al PP que cumpla con la
Constitución. Es absolutamente impensable que uno de los principales partidos
de este país que tiene aspiración de gobierno, decida unilateralmente que no
cumple con una ley, pero no con una ley cualquiera, sino con la ley que es el
mandato de todos los ciudadanos. Por tanto, habrá que volver a insistir una y
otra vez. No solamente el Gobierno, sino toda la sociedad, para que el señor
Feijóo cumpla con la Constitución. Los ciudadanos no podemos decidir cuándo
cumplimos las leyes o dejamos de cumplirlas. ¿Por qué el principal partido de
la oposición busca excusa? No se entiende. Tiene que estar respondiendo a otros
intereses inconfesables. Habrá que preguntarle al señor Feijóo cuáles son. Pero
es evidente que hay alguien o alguienes a los que no les interesa que esta
situación se renueve y, por tanto, que se pueda llegar a un acuerdo. Hoy es por
el delito de sedición. Ayer era porque Podemos estaba en el Gobierno. Antes de
ayer era porque estábamos con un acuerdo con ERC. Da igual, hemos asistido hasta
11 excusas que lo que ponen de manifiesto. Hay una parte de la derecha
reaccionaria de este país que no quiere que cambie nada en relación con la
composición del Consejo General del Poder Judicial y que no reconoce el
legítimo a este Gobierno. Y esto es lo más duro de entender por parte de un
partido democrático como el mío y de un gobierno de progreso como el mío, que
es que haya quien intente ningunear el voto de los ciudadanos que se expresan a
través de las urnas. Nadie tiene derecho a imponerse a esa voluntad popular, ni
a través de un veto, ni a través de no llegar a un acuerdo como está haciendo
el Partido Popular.
¿La demoscopia que maneja el Gobierno
indica que el que el PSOE ha conseguido debilitar la imagen de moderación con
la que venía Feijóo de Galicia?
Bueno, yo
creo que ha sido él solo. La línea en la que se le ha ido conociendo ha puesto
de manifiesto una clara inconsistencia en muchos de los planteamientos
políticos que son en este momento clave para poder sortear la situación de
crisis, por ejemplo, en materia económica. Muchos de los errores del señor
Feijóo responden al desconocimiento. También se ha puesto de manifiesto que no
tiene equipo y por tanto, que no hay personas en su entorno que sean capaces de
trasladarle prioridades ni criterio sincero y honesto. Y esto también es un
problema muy importante. Y en tercer lugar, creo que el Partido Popular ha
perdido el norte. No tiene un proyecto de país. No saben exactamente hacia
dónde se tienen que conducir. Ni tienen proyecto, ni tienen líder, ni tienen
equipo. Y esto es lo que yo creo que ha puesto de manifiesto el señor Feijóo
desde esa inconsistencia y por tanto, siendo falsa, su imagen de moderación y
su imagen de líder experimentado.
Si el PP ha perdido el norte y Feijóo ha
demostrado en estos seis meses inconsistencia, ¿cómo explica que en las
encuestas el Gobierno esté estancado y haya un notable desgaste de la figura
del presidente del Gobierno?
Me gusta
ver las encuestas con perspectiva. Ver las evoluciones, como cuando, si me permite
el símil, uno se somete a una dieta de adelgazamiento o tiene una enfermedad.
Las recuperaciones tienen que ser lentas y tienen que ser consistentes y
sostenibles en el tiempo. La política tan líquida y volátil, donde de un mes a
otro se producen circunstancias de conocimiento y de valoración de líderes que
se sujetan al diente de sierra, no me resulta válida. Al final, cuando los
ciudadanos votan, votan en relación con algo que se va asentando y creo que se
va asentando de forma clara que este gobierno ha sido un gobierno que ha tenido
que afrontar unas dificultades tremenda, que han provocado un sufrimiento muy
grave en el conjunto de los ciudadanos. El COVID -con muchas pérdidas de vidas
humanas-, ahora la guerra en Ucrania y el incremento de la inflación que ha
hecho que suban los precios, todas han sido circunstancias que el Gobierno no
ha elegido. Pero creo que estamos demostrando que lo importante es que el
Gobierno sabe responder ante estas situaciones de crisis. Pudimos curvar la
evolución del virus. Ahora también estamos doblegando la curva de la inflación
y eso se hace poco a poco, lentamente. Confío en que cuando llegue el momento
de la votación, que todavía queda tiempo, los ciudadanos, mirando para atrás,
vean que esta crisis se ha resuelto de una forma tremendamente distinta. Hemos
intentado combatir la desigualdad, preservar las rentas y que los que más
beneficios obtienen de este tipo de crisis sean capaces de aportar una mayor
parte del esfuerzo para que todos podamos transitarla de la mejor manera
posible. Estoy convencida de que los ciudadanos así lo van a valorar cuando
llegue el momento de valorarlo, que no es ahora, sino en el momento de las
votaciones. Todavía quedan muchos meses para explicarnos y para que los
ciudadanos vean esto con perspectiva.
Un momento de la entrevista a María Jesús Montero, ministra de Hacienda y
Función Pública Olmo Calvo
¿Ve a Unidas Podemos dentro del Gobierno
hasta el último minuto de la legislatura?
Hay que
preguntarle a ellos, pero creo que la estabilidad del gobierno de coalición
marca que van a estar durante todo el tiempo que dure la legislatura. No hay
ningún dato que me permita pensar lo contrario. Yo tengo un diálogo muy fluido
con Podemos por todas las normas que se ponen en marcha y por la propia
naturaleza del Departamento de Hacienda, que habla todos los días con todos los
ministerios, y lo veo en una situación muy estable dentro del Gobierno, más
allá de que en ese espacio político esté habiendo discusiones a las que ellos
mismos tienen que responder.
¿Se puede seguir dentro de un gobierno del
que se difiere sobre aspectos nucleares del Estado?
Si fueran
elementos nucleares no se podría. Lo que pasa es que…
¿La Defensa no es un elemento nuclear?
Bueno, yo
creo que más allá de que evidentemente somos dos partidos distintos y con
sensibilidades distintas, han entendido que ese gasto no competía con el resto
del gasto. El gasto en Defensa está en el presupuesto, pero no está en algo que
técnicamente se llama límite de gasto no financiero. No se contabiliza en el
resto de política y sin embargo crea más de 22.000 puestos de trabajo. Y creo
que han entendido también que el futuro de la Defensa de un país pasa, por
supuesto, por tener las garantías de la seguridad en la integridad territorial,
pero también por ser capaces de aportar todo lo que significa la base
tecnológica en la construcción, en este caso de tecnologías híbridas, que
también tienen su uso en otro tipo de funciones que no son estrictamente de
seguridad. Sin duda tenemos que estar preparados para hacer frente a
situaciones como la que nos ha pasado con Putin. Pero además, desde el
reconocimiento de que la industria de la defensa siempre aporta una
importantísima base tecnológica para el resto de la industria. Y si no, que nos
lo digan en la medicina.
¿Ve a Yolanda Díaz llegando a un acuerdo
con Podemos para esa candidatura de unidad de la izquierda a la izquierda del
PSOE que pretende liderar?
Sería
bueno que lo hiciera y me gustaría que lo hiciera. Creo que a la izquierda del
PSOE hay un espacio que tiene que tener una referencia clara y, por tanto,
tener una articulación que le permita sumar en su representación para que no
haya una dispersión del voto. Y eso significa que sería bueno un buen
entendimiento con el resto de fuerzas políticas que están en ese espacio. Creo
que Yolanda Díaz es una buena ministra, es una buena vicepresidenta y puede
concitar ese consenso a pesar de las dificultades que hay en el día a día.
Tiene capacidad y tiene liderazgo para poder llegar a un acuerdo y presentarse
a las elecciones con una única sigla que le permita ganar ese voto. Por nuestra
parte, el Partido Socialista, como siempre, hará un llamamiento global a toda
la sociedad y un llamamiento global sobre nuestro voto diana que, como usted
bien sabe, se mueve en el espacio de centro izquierda. Y esto significa que
nunca vamos a darnos por vencidos para que todas las personas que están en la
órbita de la izquierda nos voten.ç
¿Qué perfil debe tener el próximo
candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid?
Tiene que
ser el mejor candidato. Como siempre decimos, el mejor viene de una elección de
primarias en la que los propios militantes socialistas votan realmente a las
distintas personas que se pueden presentar y deciden cuál es la que reúne las
mejores condiciones. Yo estoy convencida de que esa primarias nos permiten
saber también cómo palpita el resto de la sociedad. Y ahora de lo que se trata
es de que las personas que realmente quieran o crean que pueden aportar a un
Ayuntamiento tan importante para España, como es el de Madrid, decidan dar el
paso adelante. Pero, la dirección nacional de mi partido será absolutamente
respetuosa con todos los procesos que se celebren en las distintas federaciones
y por supuesto, en las distintas ciudades.
¿No me pretenderá convencer a estas
alturas de que primero serán las primarias y después sabremos el nombre del
candidato sin interferencia alguna del federal?
Vamos a
conocer primero a todos los candidatos que se decidan presentar, pero créanme
que estamos convencidos de que aquel candidato que obtenga el mayor respaldo de
la militancia será el candidato con mayor capacidad de ganar. Y Madrid es un
ayuntamiento al que aspira el PSOE. La figura de su alcalde ha quedado muy
debilitada y especialmente desdibujada desde la crisis anterior del Partido
Popular. Hay muchos ciudadanos que están queriendo un cambio de rumbo en este
Ayuntamiento y yo estoy convencida de que presentaremos el mejor candidato o la
mejor candidata, alguien que nos permita conquistar el corazón de los
ciudadanos de Madrid. Pero hoy por hoy tienen que ser los militantes los que
den el paso para que efectivamente los demás puedan valorar cuáles son sus
capacidades y, por tanto, sus preferencias.
¿Conoce algún militante que haya decidido
ya dar el paso impulsado o no por la dirección?
Sinceramente,
no. Todavía no se conoce, y no le quepa duda, por cómo es mi partido y por cómo
realmente es la política en el día a día, de que en el momento en que conozcamos
un militante, probablemente serán ustedes los primeros o los segundos en
saberlo. En la política del siglo XXI, a veces incluso la dirección se
entera de determinadas cuestiones porque salta a los medios de comunicación.
Si Almeida ha quedado desdibujado, ¿dónde
ha quedado Pepu Hernández? ¿Fue un error presentar al ex seleccionador
nacional de basket?
A mí me
parece un magnífico candidato en términos de calidad humana, pero es obvio que
no contó con el aval de los ciudadanos de Madrid. Creo que ha hecho un
magnífico trabajo. También es una persona a la que le queremos agradecer su
paso adelante, que no es fácil en estos tiempos que corren en la política, que
alguien que tiene toda una carrera de éxito, en este caso del deporte y que por
tanto no tiene nada que demostrar al conjunto de la sociedad, se arriesgue.
Ojalá muchos tengan esa valentía y esa generosidad de poner su caudal al
servicio de la sociedad. Y una vez que uno lo pone, son los ciudadanos los que
deciden si piensan que la persona es o no la más adecuada.
¿Y en las próximas elecciones andaluzas,
tras el fracaso de Juan Espadas, se ve usted compitiendo con Juanma Moreno?
Es la
cuestión que normalmente se me pregunta en las entrevistas, pero le diría que
no, que mi candidato y que la persona que está trabajando en Andalucía para
desenmascarar a Moreno Bonilla, que es un bluff, es Juan Espadas. No se puede vivir
permanentemente de la confrontación y no se puede ser un buen líder en el siglo
XXI practicando todos los días el victimismo. Eso no conduce a ningún lado. Los
ciudadanos no tienen o no valoran esas actitudes políticas como positivas. Te
puede servir para un momento determinado, en un momento de pandemia o en un
momento donde los ciudadanos están en otra cosa, pero durante estos próximos
cuatro años, en donde el señor Moreno Bonilla tiene las manos libres y no tiene
que pactar con nadie para hacer lo que quiera, vamos a verlo con más
intensidad. Su proyecto político pasa por un debilitamiento de los servicios
públicos porque no cree en el reforzamiento de los mismos y no tiene ningún
instrumento para impulsar la economía en la comunidad autónoma. Si usted se da
cuenta, cuando hay datos positivos de empleo, el señor Moreno Bonilla se los
apunta y cuando los datos no son tan positivos, le echa la culpa del paro al
señor Sánchez.
Bueno, eso es un clásico en todos los
presidentes autonómicos.
Pero más
del señor Moreno Bonilla. Y estoy convencida de que en la próxima convocatoria,
en las elecciones municipales, en las generales y ya más adelante en las
elecciones autonómicas, el PSOE volverá a tener la hegemonía, porque estamos
permanentemente conectando con la sociedad y somos el partido que más se parece
a esa sociedad. Así que volveremos a conquistar el corazón de la gente.
Algo habrá hecho bien el señor Moreno
Bonilla para obtener el amplísimo aval que le dio la sociedad andaluza o algo
haría mal, en su defecto, el Partido Socialista.
Por
supuesto, el respeto absoluto al voto de los ciudadanos. Y creo que el señor
Moreno Bonilla no es que haya tenido un aval muy importante, es que ha sido
capaz de, como es normal en política, rentabilizar la práctica eliminación de
Ciudadanos dentro de esta comunidad autónoma. Ha absorbido ese voto de
Ciudadanos, que era un voto de derechas porque, efectivamente, Ciudadanos nunca
fue un partido que quisiera pactar con el Partido Socialista. Ha sido un
drenaje natural que se produce al Partido Popular. Y por otra parte, creo que
Vox presentó una candidata, Macarena Olona, que no obtuvo los beneficios
esperados y una parte de ese voto lo rentabilizó el señor Moreno Bonilla.
Ministra, ¿dónde se sitúa usted en el
debate sobre la ley trans que ha dividido al socialismo y al feminismo español?
Me sitúo
con mi partido, que ha sido siempre defensor e impulsor de los derechos de la
mujer y de los colectivos LGTBI. Yo asisto con rabia a un debate en el que
pareciera que uno tiene que elegir si prefiere defender los derechos de
igualdad en términos de avances que tienen que seguir produciéndose en materia
de feminismo o los derechos de un colectivo que necesita una mejor y una mayor
integración en el conjunto de la sociedad. Estos debates, cuando se plantean
así, creo que son ficticios. Siempre hemos demostrado desde el Partido
Socialista, no solamente que no son derechos antagónicos, sino complementarios
que muchas veces han ido de la mano. Hay personas que permanentemente enfrentan
territorios o enfrentan a sectores de la población. Yo soy de los que piensan
que evidentemente tenemos que seguir avanzando en materia de igualdad y que no
puede haber una legislación con algún tipo de alteración sobre la seguridad
jurídica en todo lo que se ha conseguido en materia normativa de igualdad. Pero
también soy de la opinión de que, por supuesto, los colectivos LGTBI tienen que
avanzar en sus derechos porque todavía son discriminados en muchos sectores de
la sociedad. Así que, ¿qué va a hacer el Partido Socialista? Presentar unas
enmiendas que den mayor seguridad jurídica, convencidos de que la ley se
va a impugnar y recurrir ante el Tribunal Constitucional. Y en ese sentido van
a ir las enmiendas que presenta el Partido Socialista para impulsar los
derechos de las personas LGTBI, sin que ello provoque ningún tipo de menoscabo
en el derecho de las mujeres, sino todo lo contrario. Como siempre, tienen que
ser luchas complementarias.
En el PSOE hay muchas sensibilidades
respecto a este asunto. Zapatero no defiende lo mismo que Carmen Calvo, de
quien por cierto una parte de la militancia ha pedido su expulsión del partido
por sus posiciones en esta ley. ¿Usted cree, como Zapatero, que las diferencias
son un problema generacional?
Efectivamente,
el sentir de las mujeres jóvenes es que no hay ninguna incompatibilidad en
relación con ninguna de las cuestiones que se han planteado. Quiero decir que
lo viven con una absoluta normalidad y lo que hay es también por parte del
feminismo un intento, por supuesto, de que no haya ninguna legislación que
pueda vulnerar avances que todavía son tímidos y que en algún momento se puedan
poner en cuestión. Me parece que es lógico que haya ese celo por parte del
feminismo, pero también me parece que la sociedad evoluciona en darle mucha más
naturalidad a cuestiones que quizá conceptualmente tengan más dificultad, pero
que en el día a día se viven con otra normalidad. Y me estoy refiriendo, por
ejemplo, a la autodeterminación, que ha sido un elemento nuclear en esta ley, y
que por supuesto se va a mantener para el futuro y en el que probablemente
desde una posición conceptual se puedan tener algunas disquisiciones. Pero en
el día a día de las mujeres jóvenes se ve como una cosa absolutamente normal
que para nada entra en contradicción con ningún postulado feminista. No
solamente aprecio a Carmen Calvo, es que soy su amiga. Es un referente muy
importante en mi partido y una persona que siempre nos aporta reflexiones
serias y sensatas. Igual digo del señor Zapatero, que ha sido presidente del
Gobierno. Y esto pone de manifiesto que mi partido está vivo, que es plural,
que siente como siente la sociedad, que tiene contraste de opiniones y que al
final siempre llega al punto que mejor nos permite impulsar los derechos sin
que nadie se quede atrás y sin que alguien se pueda sentir perjudicado. Esto es
lo que ocurre con este debate, más allá de que algunos quieran magnificar o que
muchas veces el apasionamiento lleve a determinados calificativos que yo
deploro en el interior de mi partido. Nadie puede criticar a nadie por el hecho
de expresar su opinión. E insisto, creo que la señora Calvo es un referente y
lo seguirá siendo. Y el señor Zapatero también.
¿Cómo explica que una ley que generaba
tanta división interna y que usted misma admite que no ofrecía seguridad
jurídica, puesto que las enmiendas del Partido Socialista van a ir en esa
dirección, pueda salir del Consejo del Ministros?
No digo
que no tenga seguridad jurídica, digo que hay que reforzar su seguridad
jurídica. Y evidentemente una ley cuando sale del Consejo de Ministros es
legal. Quiero decir con esto que tiene todos los informes y todos los
parabienes para poder tramitarse, pero que viendo cómo los debates se conducen
y sobre todo las actitudes de determinados grupos políticos que ya anuncian que
van a recurrir la ley, pues siempre es objeto de detenimiento, de atención y de
aportaciones. Y el Gobierno está acostumbrado a que Unidas Podemos plantee a
diferentes leyes que salen del Gobierno enmiendas durante el proceso de
tramitación. El Partido Socialista plantea enmiendas a leyes que salen del
Gobierno, se consensúan, se pactan, se acuerdan con otros grupos y se admiten cambios
de otros grupos porque la labor del Ejecutivo es complementaria también a la
del Legislativo. En definitiva, hay que tener mucho diálogo y reconocer la
pluralidad que existe en el Congreso de los Diputados. Lo que sí digo es que
dentro de mi partido se ha producido un debate muy rico, un debate muy
interesante y que creo que las aportaciones que vamos a hacer mejoran el texto
de la ley.
Entrevista completa
Vídeo: Clara Rodríguez, Nando Ochando y Xabi González
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