jueves, 31 de diciembre de 2020

NAZIS EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS

 El 1 de octubre de 1946 finalizó en la ciudad alemana de Núremberg un macrojuicio contra dirigentes nazis por crímenes contra la humanidad que tuvo en vilo a todo el planeta. Las penas fueron desde la absolución de algunos de ellos hasta la pena de muerte.

 


 

A las 14 horas y 50 minutos del 1 de octubre de 1946 comenzó la última sesión en los Juicios de Núremberg, un proceso que dirimiría la culpabilidad o la inocencia de los altos cargos de la Alemania naziacusados por los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando el tribunal entró en la sala, las luces se atenuaron para que la prensa no pudiera fotografiar a los acusados a la hora de oír la sentencia. Éstos, a pesar de que sabían que el tribunal había aceptado por completo los argumentos de la fiscalía, albergaban la esperanza de una condena asumible. Situados uno junto al otro, y con los auriculares obligatoriamente colocados, los acusados fueron oyendo el veredicto, cuya lectura duró cuatro minutos. Tras conocer cuál había sido su suerte, los condenados volvieron a ser conducidos a su celda, a excepción de los que habían sido absueltos, que se quedaron en la sala.

UN PALACIO CON UNA TRISTE HISTORIA

El Palacio de Justicia de Núremberg había sido escogido para albergar estos juicios por tres motivos: por su simbolismo ya que fue el lugar donde el partido nazi concentró a más público durante sus mítines, por ser el lugar donde se promulgaron las Leyes Raciales contra los judíos en 1935 y por ser el único edificio de este tipo que quedó intacto en Alemania tras los bombardeos. Las instalaciones también contaban con una prisión y con hoteles que sirvieron para alojar a las delegaciones internacionales y a los periodistas.

 

Uno de los motivos por los que fue escogido como sede de los juicios el Palacio de Justicia de Núremberg fue por el simbolismo de ser el lugar donde el partido nazi concentró a más público durante sus mítines.

Para poder capturar a los jerarcas del Tercer Reich y sentarlos en el banquillo, el ejército estadounidense había puesto en marcha una operación cuyo nombre en clave fue Operación Mondorf. Una de las trabas más importantes para que los juicios pudieran llevarse a cabo con plenas garantías fue que los acusados debían ser juzgados según las leyes de los países en los cuales habían perpetrado los hechos delictivos. A tal fin, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética finalmente se erigieron como jueces y moderadores en representación del resto de países perjudicados.

PRESENTES E "ILUSTRES" AUSENTES

De las 4.850 peticiones de procesamientos individuales que fueron solicitadas, finalmente se acusó a 611 personas. Los más destacados entre ellos fueron Hermann Göring, comandante en jefe de la Luftwaffe; Karl Dönitz, gran almirante de la flota alemana y sucesor de Adolf Hitler tras su suicidio, Rudolf Hess, secretario particular de Adolf Hitler, que, en misión secreta voló a Gran Bretaña y fue capturado en 1941 por los aliados ingleses; Alfred Jodl, jefe del Estado Mayor de la Wehrmacht; Wilhelm Keitel, jefe del Alto Mando de la Wehrmacht; Alfred Rosenberg, autor del libro de su particular ideología nacionalsocialista racista El mito del siglo XX; Joachim von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores; Albert Speer, arquitecto y ministro de Armamentos, y Franz von Papen, antiguo jefe del Partido Conservador.

¿reconoces a estos dirigentes del partido nazi?


Entre quienes habían muerto antes de poder ser juzgados estaban Joseph Goebbelsministro de Propaganda, que se suicidó en el búnquer de Berlín, y Heinrich Himmler, Reichsführer o capitán general de las SS, inspirador y jefe general de todos los departamentos dependientes de las SS, que se suicidó tras ser capturado por una patrulla fronteriza inglesa. También había huidos, como Adolf Eichmann, Martin Bormann y Josef Mengele.

 

 

No todos pudieron ser juzgados. Joseph Goebbels y Heinrich Himmler se habían suicidado y Adolf Eichmann, Martin Bormann y Josef Mengele se encontraban huidos

EMPIEZA EL JUICIO

El martes 20 de noviembre de 1945, los prisioneros de la cárcel de Nuremberg fueron despertados a las 7,30 de la mañana y conducidos hasta el Palacio de Justicia, donde cientos de soldados del ejército estadounidense bloqueaban los accesos y donde unos 250 periodistas, fotógrafos y corresponsales de prensa de todo el mundo se agolpaban para acceder al recinto. La sesión empezó a las 10,03 horas, una vez los acusados se sentaron en el banquillo y el secretario del tribunal, el coronel Charles Mays, gritase: ¡Atención, la Corte! Justo en ese momento, todo el mundo se levantó y los cuatro jueces entraron en la sala para proceder a abrir la sesión y leer los cargos a los acusados. Únicamente el abogado Otto Stahmer, en representación de toda la defensa, tuvo la oportunidad de hablar para ejercer su derecho de intentar invalidar el juicio. Para ello alegó el principio de "nullum crimen, nullum poena sine lege" (No hay delito ni hay pena sin ley), que preveía la imposibilidad de celebrar un proceso si los crímenes por los que se imputaba a los acusados no estaban tipificados como tales antes de cometerse, algo que los jueces rechazaron.

 

El miércoles 21 de noviembre, los líderes nacionalsocialistas comparecieron en la Sala del Tribunal para responder si se declaraban culpables o inocentes. Tras reafirmarse en su inocencia, el fiscal estadounidense Robert Jackson pronunció el discurso de apertura en el que afirmó que "la civilización no podría sobrevivir si el mundo tuviera que hacer frente a un nuevo conflicto de esta magnitud".

 

Las primeras fases de los juicios fueron recibidas con alivio por los líderes alemanes ya que la acusación cometió algunos errores importantes, desde la equivocada interpretación del Memorándum Hossbach, mediante el que se señalaba a los responsables nacionalsocialistas de planear una guerra de agresión, a las pruebas fallidas respecto a la anexión de Austria, el Anschluss, en 1938, que fueron fácilmente refutadas por la defensa debido a la voluntad mostrada por los austríacos para la unificación.

PARA SABER MÁS

TENSIONES ENTRE ACUSADOS Y FISCALES

Las sesiones de los Juicios de Núremberg continuaron a lo largo de noviembre y principios de diciembre de 1945, con aciertos y desaciertos tanto por parte de la acusación como de la defensa. Fue en ese momento cuando el carisma y la oratoria de Goering lo convirtieron en la estrella inesperada del juicio. El antiguo comandante en jefe de la Luftwafe asumió que iba a ser ejecutado y puso de manifiesto el conocimiento que tenía de todos los documentos de la acusación. Eso y su dominio del inglés acabó por desconcertar a la acusación. Contra todo pronóstico, el mariscal del aire reconoció con orgullo su responsabilidad en los hechos, alegando que todos sus actos fueron necesarios por el bien de Alemania, e incluso los justificó. Por su parte, el fiscal estadounidense se erigió como el principal rival de Goering, instaurándose entre ellos un auténtico duelo. En más de una ocasión, el mariscal hizo perder los papeles al fiscal en la sala.

 Goering, el antiguo comandante en jefe de la Luftwafe asumió que iba a ser ejecutado y puso de manifiesto el conocimiento que tenía de todos los documentos de la acusación.

Las discrepancias entre los rusos y el resto de fiscales sobre el modo de tratar la acusación sobre el Holocausto, provocó además que los fiscales norteamericano, británico y francés tuvieran que llevar la acusación de Crímenes contra la Humanidad por cuenta propia, sin esperar ningún apoyo por parte del fiscal ruso. Los soviéticos consideraban que las verdaderas víctimas de los alemanes habían sido ellos y no los judíos (el motivo principal era el profundo antisemitismo de Stalin y también que la estrategia rusa se basó en victimizar a su pueblo en detrimento de los judíos). Por si esto fuera poco, los principales arquitectos del Holocausto, como Adolf Hitler, Heinrich Himmler y Reinhard Heydrich, estaban muertos, o como Adolf Eichmann, Martin Bormann y Joseph Mengele, habían huido.



VISTO PARA SENTENCIA

Los Juicios se prolongaron en el tiempo ya que todos los procesados tuvieron que ser acusados y defendidos uno por uno. Por este motivo, los juicios se alargaron hasta el 30 de septiembre de 1946, fecha en la que los cuatro jueces presentaron sus conclusiones. El martes 1 de octubre de 1946, los Juicios concluyeron con la lectura de las sentencias a los acusados. De forma simultánea, los intérpretes tradujeron la sentencia de pena de muerte por ahorcamiento a los cuatro idiomas que se habían empleado durante el proceso: "To death by hanging" (inglés), "Tod durch den strang" (alemán), "Kazn cherez poveschenie" (ruso) y "Condamné à la pendaison" (francés).

El 1 de octubre se leyó la sentencia de pena de muerte por ahorcamiento a los acusados, y de forma simultánea los intérpretes la tradujeron a los cuatro idiomas que se habían empleado durante el proceso

Concluidos los Juicios de Núremberg, las cuatro potencias representadas por Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética y Francia concedieron cuatro días a los acusados para presentar alegaciones. Aunque todo se trató de un puro formalismo ya que los Aliados habían pactado no conmutar ninguna pena de muerte, ni tampoco reducir los años de cárcel del resto de los acusados.

PARA SABER MÁS

recuperan canciones olvidadas de los supervivientes del holocausto


FUENTE:Nationalgeographic.com.es/


los juicios de nuremberg-- pelicula año 2000 (1 de 2) 1.349.065 visualizaciones•26 oct 2012


los juicios de nuremberg-- pelicula año 2000 (2 de 2)



Nuestra gente

 "Lo que me preocupa es la comprensión, fingida o real, que consiguen en los medios, en los escaños y en la calle quienes piensan que salvar España consiste en aniquilar a los españoles y arrasar el país", reflexiona José Ovejero.
José Ovejero
07 diciembre 2020
 
Es lógico, ¿no?, que un grupo de exmilitares en el que abundan golpistas, como Pardo Zancada, y adoradores de Franco, como Juan Chicharro, considere que el país se dirige a su destrucción. Es comprensible, ¿no?, que cuando la derecha pierde el poder, y tiene que soportar que la izquierda haga cosas de izquierdas, les suba la tensión y se les hinche la próstata a quienes han querido imponer al resto de los ciudadanos su peculiar visión del mundo, sin hacerle ascos a la violencia.
Es verdad que sorprende un poco que defiendan la Constitución quienes hasta hace poco la aborrecían, y que quieran salvar la democracia a cañonazos quienes veían con buenos ojos destruirla a tiros. Pero, en el fondo, una vez que tuvieron que resignarse al fin de la dictadura, no han dejado de defender lo mismo: una democracia que solo es tal si gobierna la derecha; el resto es declive, desastre, perdición y las hordas comunistas escalando las murallas de la patria con el cuchillo entre los dientes. Añorantes de la guerra civil, hacen lo mismo que entonces: agitar la amenaza de un golpe de izquierdas (Iglesias, que quiere destruir la democracia) para justificar sus anhelos golpistas.
Lo que me cuesta entender, a pesar de leer el periódico diariamente y de haber estudiado un poco la historia de España, es que la derecha esté dispuesta a enlodarse en el discurso neofranquista a cambio de erosionar al rival político. Que Ayuso pueda ser tan miserable como para no condenar a esa banda de promotores de una masacre, con miras a asentarse en su papel de feroz líder de la oposición y futura candidata a la presidencia del Gobierno.
Que, en el Parlamento, Olona pueda decir que esos que quieren matar a veintiséis millones de españoles son “nuestra gente”. Que el rey no se haya apresurado a decir que una de las desagradables consecuencias del juego democrático es que a veces los rivales ganan y que quien quiera impedirlo por la fuerza tendrá que ir a la cárcel. Pero es más fácil que te procesen por un tuit en el que alguien se ríe de la muerte de un gerifalte fascista de hace cincuenta años que por promover la ejecución mañana de la mitad de los ciudadanos, incluidos sus gobernantes. 
Viendo este penoso panorama de supuestos demócratas -no me refiero a Olona- haciendo contorsiones para capitalizar las amenazas de un grupo de jubilados castrenses, me acordaba de la película La caída de los dioses, de Visconti,


y de cómo los industriales alemanes de los años treinta pensaban que podrían utilizar a los nazis para imponer sus intereses y luego deshacerse de esa gente tan vulgar. Pero ya sabemos cómo acabó la historia. Sabemos tantas cosas. También que esos periodistas que jalean la violencia, que dibujan dianas sobre los políticos que les incomodan -a ellos o a sus amos que los azuzan desde sus consejos de administración-, puede que solo estén haciendo un ejercicio de retórica, pero nunca falta un exaltado que se tome al pie de la letra las arengas y decida pasar a la acción. Hay antecedentes cercanos.

No me preocupan esos militarotes blandiendo el bastón, porque ya no pueden blandir un arma. Lo que me preocupa es la comprensión, fingida o real, que consiguen en los medios, en los escaños y en la calle quienes piensan que salvar España consiste en aniquilar a los españoles y arrasar el país. Si Casado ha sabido rectificar a tiempo y condenar las proclamas golpistas, parece que una parte importante de su partido no lo respalda o lo hace a regañadientes. Como si no les importasen las señales de que no solo entre militares retirados, también en sectores activos, y algunos de ellos armados, se está asentando la idea de que el Gobierno es ilegítimo y sería justo expulsarlo por la fuerza.
Pero, en realidad, tampoco sé de qué me sorprendo, si precisamente uno de los ejes de la oposición que lleva meses haciendo la derecha es ese: que el gobierno socialcomunista no tiene derecho a gobernar, y que sus planes son la destrucción de España, o, por usar las palabras de Casado, “la traición a España”. Y ya se sabe lo que se hace con los traidores.
José Ovejero
Escritor. Coordina la sección de Cultura de 'La Marea'. Algunas de sus obras son 'La ética de la crueldad' (Premios Anagrama, Bento Spinoza y Estado Crítico), 'La invención del amor' (Premio Alfaguara), 'La comedia salvaje' (Premio Gómez de la Serna), 'La seducción' y 'Mundo extraño'. Su última obra publicada es 'Insurrección'.
FUENTE :La Marea


miércoles, 30 de diciembre de 2020

Entrevista al teniente Luis Gonzalo Segura: "El Ejército aún vive en el siglo XX"

 El teniente Luis Gonzalo Segura ingresará previsiblemente este viernes, 18 de julio, en un centro disciplinario acusado de dos faltas graves tras la publicación y promoción de un libro en el que denuncia abusos y casos de corrupción dentro del Ejército. Por el momento, tendrá que pasar dos meses encerrado y perderá su destino dentro de las Fuerzas Armadas.

Tras semanas de lucha judicial, en las que ha logrado retrasar el proceso todo lo posible, Segura no ha podido evitar que se le comunicase finalmente la propuesta de sanción, que se tramita por vía administrativa. Pese a ello, el caso de este teniente está recibiendo cada vez más apoyos tanto dentro como fuera del mundo militar.

«No puedo creerme que estén yendo a castigarme en vez de investigar las cosas que denuncio. Ni un sólo juez militar me ha pedido las pruebas que tengo ni siquiera se ha interesado», lamenta, sin resignarse del todo. Segura, antes de hacer sus denuncias públicas en forma de libro, cuenta que intentó en varias ocasiones tratarlas mediante la justicia militar, sin éxito. Por su parte, el Ministerio de Defensa evita hacer declaraciones por el momento.

En una entrevista con La Marea, en abril, el oficial explicaba la gravedad de sus acusaciones: «Lo que yo denuncio no es que aquí o allí haya un pequeño caso de corrupción, o un problema con tal o cual jefe. No son problemas coyunturales, es estructural». Además del castigo que ya se le ha propuesto, Segura explica que la fiscalía castrense está estudiando una pena de hasta seis años.

Según recoge El Mundo, la propuesta de resolución señala hasta ocho declaraciones realizadas por el teniente en su blog personal y en varios medios de comunicación. «No parece fácil encontrar un ejemplo más patente de falta de lealtad, o al menos de disciplina por parte de un miembro de las Fuerzas Armadas que, sin tener dato alguno manifieste públicamente observaciones tales como ‘el acoso laboral en el Ejército es una herramienta de mando, no un delito’; ‘hay descerebrados entre nosotros…’ y ‘…dan unas clases de cómo ser un buen militar al estilo de campo de reducación norcoreano'», afirma el texto, citado por El Mundo.

Una de estas frases está extraida de la entrevista que le realizó La Marea. Ante la pregunta de hasta qué punto llegan actuaciones del ejército como las torturas que salieron a la luz en Irak por parte de soldados españoles, Segura respondió: «Mi opinión personal es que el trabajo de las fuerzas armadas en territorio internacional ha sido excelente. Pero hay que tener en cuenta que se ha ido a muchas misiones, que ha pasado mucha gente y que desgraciadamente hay descerebrados entre nosotros. Son hechos totalmente aislados».



FUENTE:https://www.lamarea.com/2014/07/14/el-teniente-luis-gonzalo-segura-entrara-el-18-de-julio-en-un-centro-disciplinario/


Luis Gonzalo Segura | Reino de España



Semilla de la entrevista a Luis Gonzalo Segura, exteniente del ejército de tierra quien fue expulsado de las Fuerzas Armadas españolas en 2015 por denunciar su corrupción.

En este extracto de la entrevista realizada en Madrid el 29 de noviembre de 2020, nos habla sobre el golpe de Estado días antes del 23-F, sobre monarquía, corrupción del Rey emérito Juan Carlos I, a quien califica como un “delincuente” y sobre democracia en el Renio de España. Por supuesto, muchos súbditos del Reino seguimos anhelando una república. También hablamos de eso.




Luis Gonzalo Segura hoy es escritor y autor de varios libros: Un paso al frente (2014), El libro negro del ejército español (2017), En la guarida de la bestia: La situación de la mujer en el Ejército español (2019) y El ejército de Vox (2020).

Próximamente compartiremos la entrevista completa, donde conversamos de la esencia franquista del ejército español, sus orígenes, su necesaria democratización, del 23-F, monarquía, OTAN, imperialismo, América Latina… y del porqué, a día de hoy, son necesarios los ejércitos. Sobre esto último, rescatamos unas palabras:

“Uno de los grandes problemas que ha tenido la izquierda es que no ha sido capaz de reformar las estructuras militares para convertirlas en estructuras militares democráticas y al servicio de los ciudadanos. Por ejemplo, en la misma Bolivia, nos hemos encontrado a unos militares sugiriendo al presidente de gobierno que abandonara el país, es decir, dando un golpe de Estado, lo que nos hemos encontrado ha sido un presidente que ha intentado contentar con una serie de prebendas y mejoras salariales, etc, a una cúpula militar. Las cúpulas militares ultraderechistas no pueden ser contentadas con una serie de prebendas, lo que deben ser es regeneradas. ¿Pero por qué se comete ese error que es tan habitual dentro de la izquierda, no solo en Latinoamérica, también en España y otros lugares? Porque de alguna forma tenemos una mentalidad pacifista de que no debe morir gente. Y efectivamente no debe morir gente, yo estoy completamente de acuerdo, y la guerra no debe ser un elemento de relación geopolítica, hasta ahí estamos de acuerdo, pero en ocasiones la fuerza militar es necesario usarla. Y esto es algo que la izquierda aún no ha asumido. Y hasta que no asumamos ese punto, no vamos a poder ver a las fuerzas armadas como un componente de la sociedad, sino que lo vemos como un elemento hostil con el que de alguna forma tenemos que convivir. No, con las fuerzas armadas no tenemos que convivir, a las fuerzas armadas hay que cambiarlas, hay que convertirlas en democráticas, y solo así podrán defender al pueblo, es decir, necesitamos ejércitos populares. Esto me parece clave, porque de hecho, si Venezuela sobrevive o si Cuba sobrevive es porque su ejército es popular. Si su ejército estuviera en manos de cuatro ultraderechistas como lo están la mayoría de los ejércitos latinoamericanos, serían gobiernos que ya habrían caido, esto me parece esencial y me sorprende que no se entienda”.


Semilla audiovisual de la entrevista a Luis Gonzalo Segura, exteniente del ejército de tierra quien fue expulsado de las Fuerzas Armadas españolas por denunciar su corrupción.

FUENTE

https://vocesenlucha.com/2020/12/29/luis-gonzalo-segura-reino-de-espana-y-democracia/






 

Tte. Luis Gonzalo Segura: "La Constitución española faculta al ejército para dar un Golpe de Estado

 unes, 14 de Diciembre de 2020

Tte. Luis Gonzalo Segura: "La Constitución española faculta al ejército para dar un Golpe de Estado (vídeo)

Tte. Luis Gonzalo Segura: "La Constitución española faculta al ejército para dar un Golpe de Estado (vídeo)

"El PSOE exhumó el cadáver de Franco, pero mantiene el franquismo dentro de las instituciones"



Con motivo de los últimos pronunciamientos de altos cargos del ejército español que, en cartas remitidas al rey Felipe VI, expusieron su deseo de intervenir para revertir el "grave deterioro de nuestra patria", en un llamamiento más o menos abierto al Golpe de Estado, entrevistamos al ex teniente del ejército de tierra, escritor y ensayista Luis Gonzalo Segura (...).


Por CRISTÓBAL GARCÍA VERA / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

   Con motivo de los últimos pronunciamientos de altos cargos del ejército español que, en cartas remitidas al rey Felipe VI, expusieron su deseo de intervenir para revertir el "grave deterioro de nuestra patria", en un llamamiento más o menos abierto al Golpe de Estado, entrevistamos al ex teniente del ejército de tierra, escritor y ensayista Luis Gonzalo Segura.

 

    Gonzalo Segura fue expulsado del ejército en el año 2105, por atreverse a denunciar los graves casos de corrupción y los abusos que se dan en esta institución, aunque ha recurrido esta expulsión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

 

    Autor de las novelas Un paso al frente (2014) y Código Rojo (2015), y los ensayos El Libro Negro del Ejército español (2017)En la guarida de la bestia (2019) y El ejército de VOX (2020),   Luis Gonzalo refiere que es  totalmente constatable que el carácter "ultraderechista" de las Fuerzas Armadas es un problema estructural e incide en el doble papel que éstas desempeñan.

  

    "Por un lado -apunta -el ejército sirve a la ultraderecha para forzar al PSOE a que no vaya muy allá, pero por otro lado al PSOE le sirve  para justificarse y distinguirse del Partido Popular". "Son tesis - añaden - que ya se están viendo en Unidas Podemos".

     Crítico también, desde la izquierda, con las políticas del actual Ejecutivo de coalición, Gonzalo Segura denuncia que "El PSOE exhumó el cadáver de Franco del Valle de los Caídos, pero no tiene ninguna intención de sacar al franquismo de las instituciones".

     "Lo cierto es -apunta - que cuarenta años después de la muerte del dictador estamos observando cómo se esgrimen las mismas tesis que se usaron durante la Transición para justificar todo tipo de renuncias".

 

   Conviene tener presente - advierte Luis Gonzalo Segura - que "si las fuerzas armadas son ultraderechistas, es la propia Constitución española la que las faculta para actuar, dando un Golpe de Estado, si consideran que se encuentra en peligro la unidad de la patria".

 OTROS TITULARES DE LA ENTREVISTA:

 “En los últimos 5 años hay más de 30 episodios ultraderechistas asociados a las fuerzas armadas”

 “40 años después, se mantienen las mismas tesis de la Transición, con actores muy parecidos”

Fuente:Canarias Semanal

 

 

Militares cantando canciones nazis en los cuarteles, lo último de la ultraderecha en el Ejército español

 

Publicado:

Cuando España todavía se encontraba en shock por la revelación –el 29 de noviembre en mi perfil de Twitter– de una conversación de militares retirados en WhatsApp en la que se chateaba abiertamente con tonos ultraderechistas sobre fusilar a 26 millones de españoles, la idoneidad o no de perpetrar un golpe de Estado –que no sería bien visto– o los deseos de los participantes de tener a Margarita Robles como presidenta del Gobierno, tres nuevos escándalos ultraderechistas, esta vez de militares en activo, han reactivado el debate. 

Se trata de tres vídeos en los que efectivos españoles corean en acuartelamientos militares una canción de la División Azul española que acudió al frente junto a los nazis alemanes –Primavera– que fue popularizada por una banda musical neonazi –Estirpe Imperial–. Un tema que, ya quedan pocas dudas, se trata de un gran éxito musical en el Ejército español. Casi un himno. Según se puede comprobar en los vídeos, han sido cantadas por militares españoles en activo e incluso en servicio.

En el primero de los vídeos, aparecido en la cuenta de Twitter de Miquel Ramos, se ven a militares uniformados cantando la canción mientras entrenan. En el segundo, publicado en un medio español, militares fuera de servicio, pero dentro de los cuarteles –en una fiesta de la Patrona de Infantería celebrada el 8 de diciembre de 2019–, cantan con el brazo y no poco entusiasmo. Y, en el tercero, publicado en 2017 en YouTube, se puede escuchar a militares españoles uniformados cantando estrofas de dos canciones del mencionado grupo neonazi en las calles de Madrid antes de un desfile.mencionado grupo neonazi en las calles de Madrid antes de un desfile.

Del primero de los vídeos no se tiene conocimiento de sanciones o acciones por parte de los mandos al respecto, seguramente porque, aunque se desconoce la fecha de grabación, se presume reciente; pero del segundo, sí. Como respuesta a los festejos de la Patrona de Infantería de hace un año, los mandos militares decidieron sancionar con una falta leve a los participantes del espontáneo coro nazi. Una exigua corrección que se alinea con las impuestas a otros militares por desmanes ultraderechistas, franquistas, fascistas o nazis, los cuales no suelen ser penados o se resuelven con castigos de baja intensidad. Del tercer vídeo no solo no hay sanciones, sino que se produjo con la aquiescencia de los mandos militares presentes

Seda para los ultras, bastón para los demócratas 

Sobre la impunidad de las filias ultraderechistas en ámbitos militares convendría señalar la sanción leve –arresto de ocho días– impuesta al teniente general Mena en enero de 2006 cuando amenazó veladamente en un acto público, la Pascua Militar, con un golpe de Estado a resultas de la negociación del Estatut en Catalunya; la ausencia de medida punitiva al general Chicharro, hoy director de la Fundación Nacional Francisco Franco y en el pasado ayudante de campo del rey Juan Carlos I, por pedir, siendo militar en la reserva, una intervención en Catalunya en el año 2012; o la sanción presumiblemente leve –el ministerio de Defensa se niega a informar sobre la magnitud de la misma– impuesta a cuatro militares reservistas firmantes de un manifiesto a favor de Franco y en contra de la exhumación de su cadáver en verano de 2018. 

Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra de España
Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra de España
Tanto desde el Gobierno como desde múltiples medios de comunicación se transmite un mensaje unánime sobre las Fuerzas Armadas: son democráticas, constitucionales y plurales. Sin embargo, los antecedentes no parecen señalar hacia un caso aislado, sino todo lo contrario.

Además, estas livianas medidas sancionadoras impuestas sobre los militares que han cometido desmanes ultraderechistas contrastan con la desproporcionada reacción de la cúpula del Ejército con el militar demócrata en activo que firmó un manifiesto en contra de Franco y se posicionó a favor de la exhumación del cadáver de Franco del mausoleo en el que se hallaba, el Valle de los Caídos, en ese mismo verano de 2018. Marco Antonio Santos Soto fue sancionado con una falta grave por la firma del manifiesto, una segunda falta grave por una entrevista concedida y otras dos duras sanciones, una falta grave o otra falta muy grave, que provocó su expulsión, tras una investigación realizada por la Guardia Civil de sus redes sociales.

En dicha investigación, a modo de 'caza de brujas', se descubrió que el cabo Santos se posicionaba en redes sociales a favor del modelo republicano o del derecho a decidir en Catalunya, Euskadi o Galicia y en contra de la condena a los chicos de Alsasua –unos chicos que fueron condenados con extrema dureza, como si fueran terroristas, por una pelea de bar con unos guardias civiles–. Pareciera que sus posicionamientos ideológicos, compartidos por millones de demócratas, no gustaron mucho en la cúpula militar. 

Un bosque de casos aislados 

En todo caso, la cuestión principal de estos últimos episodios radica en si los mismos se tratan de eventos aislados o si, por el contrario, constituyen un problema. Tanto desde el Gobierno como desde múltiples medios de comunicación, afines y contrarios por tratarse de un asunto de Estado, se transmite un mensaje unánime al respecto de las Fuerzas Armadas: son democráticas, constitucionales y plurales. En este sentido se han manifestado Margarita Robles, Zaida Cantera, Pablo Iglesias o el actual JEMAD, Miguel Ángel Villarroya. Su mensaje se resume en el ya famoso "cuatro abueletes" en referencia a los componentes del chat. Esto es un caso aislado. 

Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra de España
Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra de España
Un ejército ultraderechista, como la existencia de la propia ultraderecha, tiene enorme utilidad política, pues a la derecha le permite delimitar el progreso cuando no gobierna y a la izquierda le faculta para distinguirse de la derecha y justificar la escasa movilidad cuando ostenta el poder.

Sin embargo, los antecedentes no parecen señalar hacia un caso aislado, sino todo lo contrario. En octubre de 2019 se organizó una página en Facebook denominada 'Tsunami democrático', que alegaba estar formada por militares en activo que pretendían aducir a Catalunya para "apoyar" a los cuerpos policiales mientras reprimían las protestas tras la condena a los presos políticos. El éxito fue tan rotundo, más de 15.000 seguidores unas horas después de su creación, que rápidamente fue borrada. Jamás se investigó el asunto. Dos años antes, el 18 de julio de 2017, se leyó en los cuarteles militares una efeméride ensalzando el golpe de Estado de 1936. Militares en activo y de servicio. Y como estas extravagancias, reseñé hasta más de treinta episodios ultraderechistas acontecidos en los últimos cincos en El Ejército de Voxpublicado este mismo año, y más de cincuenta en lo que va de siglo. 

Con todo, el caso más espeluznante se refiere a una trama ultraderechista de tráfico de armas organizada por un coronel de la Guardia Civil, apodado Rudolf –Rodolfo Sanz Sánchez–, y compuesta por varios militares en activo, los cuales llegaron a vender una pistola al jefe de la Falange. Lo que unido al episodio del ultraderechista que pretendía atentar contra Pedro Sánchez –Manuel Murillo, en noviembre de 2018– o al exmilitar que disparó en dianas con la cara de miembros del Gobierno hace solo unos meses –junio de 2020– dibujan un escenario de crispación que ha pasado de las palabras a los intentos. Están, y estamos, a un paso de la desgracia. 

Una desgracia anunciada 

Porque estamos ante la crónica de una desgracia anunciada. Algunas personas en España consideramos extremadamente peligrosa la existencia de unas fuerzas armadas estructuralmente ultraderechistas y lo llevamos denunciando durante años. Sin embargo, otros encuentran en este problema un maná. Es cierto que un ejército ultraderechista, como la existencia de la propia ultraderecha, tiene enorme utilidad política, pues a la derecha le permite delimitar el progreso cuando no gobierna y a la izquierda le faculta para distinguirse de la derecha y justificar la escasa movilidad cuando ostenta el poder.