Rafael Poch sobre
la demencia europea
Hace treinta años Alemania se reunificó
gracias al buen sentido y a la generosidad de Moscú. Treinta años después, los
hijos políticos de Helmut Kohl y
nietos de quienes invadieron la URSS en 1941 están debatiendo el envío de
tanques alemanes a luchar contra Rusia. Y el combate será en Ucrania, uno de
los principales escenarios de la gran matanza desencadenada entonces por
Alemania.
Leopard se llaman ahora esos tanques que marcharán sobre las
roderas dejadas años atrás por aquellos Tiger y Panther, sobre los huesos de
más de veinte millones de "subhumanos" soviéticos. Si aquel octubre
de 1990, en medio de los fastos de la reunificación, alguien hubiera dicho que,
en una generación, tanques alemanes volverían a pisar esa tierra, le habrían
tomado por demente. Pero eso es, precisamente, lo que va a decidirse el 20 de
enero en la base de Ramstein (Alemania),
donde se reunirá el llamado Grupo de contacto de Ucrania, bajo la batuta de
Estados Unidos.
Lo que se está abriendo paso en Europa es
una pura demencia. ¿Se han vuelto locos? Para comprender la pregunta es
necesario explicar el "plan de batalla" histórico de la OTAN en
Europa durante la Guerra Fría.
Como
la URSS tenía superioridad numérica convencional, el plan soviético en caso de
guerra era "llegar al paso de Calais en 48 horas" con una masiva
oleada de tanques de las tropas del Pacto de Varsovia estacionadas en primera
línea. Para frenar eso y dar tiempo a que los americanos desembarcaran sus
refuerzos en el continente, el plan occidental era utilizar las armas nucleares
tácticas contra la masa blindada del adversario. Dichas armas fueron inventadas
por Estados Unidos a finales de los años cincuenta, primero como bombas
nucleares y más tarde como munición nuclear de artillería y misiles, y
desplegadas en Europa.
Moscú siguió aquella estela, siempre con
retraso, de la misma forma en que haría con otros inventos americanos (el misil
intercontinental, los submarinos y la aviación estratégica, los misiles con
cabezas múltiples, la militarización del espacio, etc.) y hoy tiene unas 1.900
armas nucleares tácticas. ¿Qué haría Rusia si se ve desbordada por la gran ola
victoriosa de modernos tanques occidentales que exige lanzar contra ella el
Parlamento europeo? Con su habitual cinismo, los comentaristas y expertos que
desfilan por la tele rusa no se esconden: si se limitan a enviar unas decenas
de tanques, la medida será anecdótica, pero si el suministro fuera masivo,
Rusia hará lo mismo que los occidentales planeaban para evitar ser arrollados
por los tanques del Pacto de Varsovia durante la Guerra Fría, dicen.
Todo esto lo dice Rafael Poch en un lúcido artículo en CTXT titulado "Una demencia europea"
que les recomiendo que lean. Hoy en La Base volvemos
a hablar de la guerra ruso-ucraniana.
Tanques alemanes
para avanzar hacia la paz: hipocresía en la Unión Europea
Sara Serrano en La Base.
El canciller de Alemania, Olaf Scholtz, nombró ayer como nuevo ministro de Defensa al socialdemócrata Boris Pistorius. Este nombramiento se produce tras la dimisión de la anterior titular, la también socialdemócrata Christine Lambrecht, que ha renunciado a la cartera después de protagonizar una serie de errores que le han granjeado la desaprobación ciudadana y de su propio ejecutivo: errores de protocolo, inexperiencia en cuestiones militares y mensajes que se entendieron como una trivialización de la guerra han sido los principales objetos de ataque contra la exministra.
Lambrecht, también ha sido criticada por
la "lentitud" a la hora de gestionar los 100.000 millones de euros
destinados por Scholtz a modernizar el Ejército alemán con los que se buscaba
alcanzar el 2% del PIB en defensa marcado por la OTAN.
El tabloide alemán 'Bild' es el que más ha azotado a la exministra publicando todas y cada una de las polémicas en las que ha estado involucrada, y el que dio también la exclusiva de su dimisión un par de días antes de que se produjera. Este mismo diario, publicó también una encuesta, en la que el 64% de los encuestados se mostraban favorables a su dimisión.
La cuestión de fondo que subyace a este cambio en el Ministerio de Defensa es el debate sobre el envío de tanques alemanes a la guerra de Ucrania. Los carros de combate Leopard, (fabricados por el consorcio alemán Rheinmetall), están presentes en diferentes ejércitos de Europa, pero no pueden ser entregados a Ucrania sin la autorización previa de Berlín. Polonia y Finlandia, (que quieren enviar sus tanques al frente), están tratando de crear una coalición europea que organice el suministro de Leopards a Ucrania. Mientras tanto, Reino Unido ya ha anunciado que va a mandar 14 de sus Challenger, el equivalente del Leopard alemán, a Kiev.
¿Y cuál es la posición de la Unión Europea
y Estados Unidos? Pues, (aunque han evitado pronunciarse directamente sobre la
decisión que tiene pendiente tomar Alemania), basta prestar atención a las
declaraciones de los representantes de las instituciones europeas para saber en
qué dirección empujan.
La presidenta de la Comisión
Europea, Ursula Von der Leyen, dijo hace unos días que Ucrania
"debería obtener todo el equipo militar que necesita para
defenderse". Mientras que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha sostenido que "está en el honor
de Europa ayudar a Ucrania a defenderse". Durante su comparecencia Borrell
expresó también su confianza en que la Unión Europea apruebe una nueva
aportación al "Fondo Europeo para la Paz" de
unos 500 millones de euros adicionales próximamente. Con esta nueva entrega,
(que sería ya la séptima), la Unión Europea habrá destinado ya más de 3.600
millones de euros a la guerra de Ucrania.
Por su parte, Washington también aprueba
ahora la entrega de carros de combate. Recordemos que el pasado mes de marzo,
el presidente Joe Biden descartaba el
suministro de armas ofensivas a Kiev argumentando que la idea de dar aviones y
tanques americanos a Ucrania supondría la Tercera Guerra Mundial.
También el presidente francés, Emmanuel Macron,
sostenía el pasado mes de junio que no iban a entrar en guerra enviando aviones
de caza o tanques a Ucrania.
Una cuestión que está generando grietas en
el ejecutivo alemán: los verdes y liberales de la coalición de gobierno exigen
la luz verde al envío de tanques, mientras que los socialdemócratas se habían
resistido hasta ahora a desviarse de la posición histórica de Alemania de no
enviar armamento ofensivo a zonas de conflicto. En este sentido, Lambrecht era
percibida como una de las figuras que se resistía al envío de carros de combate
a Ucrania.
Además, la salida de Lambrecht se produce
en un contexto enormemente delicado para el ejecutivo alemán. Según las últimas
encuestas, si hubiera elecciones generales, los partidos del Gobierno, la
coalición de socialdemócratas, liberales y verdes, no revalidaría la mayoría
necesaria para poder gobernar.
Tal y como cuenta Rafael Poch en Ctxt,
los lobistas de las empresas de armas están desatados. Poch cuenta cómo uno de
los más prominentes lobistas, el ex presidente de la Conferencia de Seguridad
de Munich, Wolfgang Ischinger, ha pedido
organizar una "economía de guerra en Alemania. Ucrania dispara tanta
munición en un día como la que producimos aquí en medio año, hay que tomar la
iniciativa y pedir a las empresas europeas de armamento que produzcan más armas
y municiones, no se trata solo de suministrar tanques, se trata de munición
para artillería, misiles, drones, sistemas de defensa antiaérea y mucho más,
pero necesitamos prioridades políticas para que la industria tenga
directrices", ha dicho. Además Ischinger sostiene "el miedo a los
riesgos de escalada no debe convertirse en un mecanismo de autodisuasión".
Pero no todos dentro del gremio militar
piensan que mandar tanques a Ucrania sea una buena idea. El ex general de
Brigada alemán y ex asesor de Merkel, Erich Vad, ha sido muy claro al respecto diciendo que
el envío de armas a Ucrania supondría efectivamente una escalada militar y
abriría un rumbo que no se podría controlar. Ha dicho lo siguiente:
"Occidente puede enviar 100 blindados Marder y 100 Leopard. No cambiarán
la situación militar general. Y la cuestión más importante es cómo superar un
conflicto de este tipo contra una potencia nuclear sin entrar en una Tercera
Guerra Mundial. Y eso es exactamente lo que los políticos y periodistas de
Alemania no están pensando".
Empecemos por Vichislav Níkonov,
un diputado de la Duma por Rusia Unida, el partido de Putin, en el canal ruso TV
centro. Níkonov dice que todo va de maravilla para Rusia:
"Creo que, desde el punto
de vista de la seguridad global, con respecto al cambio en el equilibrio de
poder global, el año pasado fue especialmente beneficioso para Rusia y para
todos los poderes que vean su sentido de la vida en una forma de vida libre y
soberana que no bajo la bota de EEUU y que no permita a EEUU limpiarse los pies
en ellos. Yo veo el resultado de lo que ha pasado de una manera muy optimista y
positiva. La operación militar especial sin duda se llevará a cabo hasta el
final. Las metas de desnazificar y desmilitarizar junto con la meta de
restaurar la verdadera ortodoxia, la verdadera fe".
Es interesante que en cierto modo la propaganda rusa (que como vamos a ir viendo es, en algunos aspectos, bastante simétrica a la propaganda occidental), maneja también su propio concepto geopolítico del "mundo libre", pero opuesto al que se maneja aquí: el mundo libre, en este caso, como los países no alineados o adversarios de Estados Unidos.
Seguimos
escuchando a Níkonov, que entra de lleno precisamente en ese marco. Esto es una
lucha "entre el bien y el mal":
"A gran escala esto es un
conflicto escatológico. Esto no es un conflicto entre Rusia y Ucrania, que es
totalmente artificial. Somos un solo pueblo. Este es un conflicto entre el bien
y el mal, entre la luz y la oscuridad. Pronto los americanos tendrán un
Congreso satánico, el más grande de la historia de la humanidad. En mi opinión,
los EEUU y la OTAN son el clásico Cuarto Reich. ¿Cómo deberíamos tratar con
ellos? No deberíamos, en absoluto".
Lo mismo que dicen aquí los que están en ese mismo marco mental
del choque de civilizaciones. Como aquel célebre artículo de Pedro Vallín, ¿no?
que hablaba de "Mordor contra La Tierra
Media". Ay, los paralelismos con "el
cirílico"...
Y vamos con otra simetría más. En la propaganda occidental, cada
vez que hay un avance militar ucraniano (como la recuperación de Jersón, por
ejemplo), se especula sobre cuál pueda ser la respuesta militar de Rusia, a la
que se caracteriza como un animal herido que está acorralado y que por ello es
más peligroso. Escuchemos a Níkonov:
"El peligro que presenta
EEUU está creciendo, es un animal herido y ya se sabe que un animal herido es
bastante agresivo. ¿Qué podemos esperar de EEUU? Absolutamente cualquier cosa.
Para poder mantener relaciones cercanas con sus aliados necesitan adversarios
por todos lados. Mantendrán tensiones en torno a Taiwan. Sí, es peligroso. Esto
no solo lo entiende Moscú. Es por esto que la mayoría de la Humanidad está
intentando unirse, para resistir estos engaños americanos".
Vamos a escuchar ahora a otra voz de la televisión rusa: el
analista Henry Sardaryan en
el programa de un viejo conocido de La Base, Vladimir Solovyiov,
en el canal estatal Russia 1:
"Respecto a los problemas
con el envío de armas, el significado del apoyo de Occidente a Ucrania es el de
prolongar el conflicto sin fin, para drenar a Rusia de recursos al máximo y
ejercer presión política interna en nuestro país. Es muy obvio a quién están
usando para hacer esto, ni siquiera lo esconden. Dicen "no vamos a usar ni
nuestros tanques ni nada más para derrocar al actual gobierno ruso", dicen
"vamos a hacerlo con las manos de la gente local". Por "gente
local" se refieren a la gente a la que han estado apoyando económicamente
y de otras maneras. Por tanto tienen recursos internos aquí. No voy a decir si
son efectivos o proactivos, pero existen. ¿Tenemos nosotros este tipo de
recursos en su lado? En 2023 va a haber elecciones en 12 países europeos, que
son elecciones nacionales, y puede que haya hasta más, si algunas elecciones se
adelantan. ¿Tenemos un concepto y un entendimiento claro de quién nos interesa
a nosotros, a quién vamos a apoyar? ¿Quién representará nuestros intereses? Todos
esos cuentos de que se consideraría una injerencia en sus asuntos internos...
absolutamente podríamos escupir sobre ellos. Si tenemos nuestros propios
intereses, que requieren que influyamos en la políticas interna de otros
países, entonces absolutamente hay que hacerlo, cueste lo que cueste".
Atención a esto, porque
es muy interesante. Este tipo está diciendo que, de la misma manera que los
Estados Unidos y la OTAN estarían tratando de influir en la política interna
rusa para eventualmente lograr desestabilizar ese país y tumbar al Gobierno de
Putin, Rusia debe hacer lo mismo en Europa. Y se pregunta qué sectores
políticos en el interior de Europa pueden ser potenciales aliados de Rusia en
esa estrategia.
Último corte de hoy, que expresa los niveles de inmundicia moral
que se pueden alcanzar en la comunicación vinculada a la guerra. Atención a
esta presentadora rusa, Yevgenia Petrúgina, parece que se mofa de las penurias
que tiene que pasar mucha gente en Ucrania como resultado de la destrucción
provocada por la invasión:
"La vida de un ucraniano
ahora es así: cargar el teléfono en tiendas, cena con velas. Casi parece
romántico, pero para calentar comida se tarda casi una hora. El hombre se ve
obligado a afeitarse al lado del cajero automático. En los bares se hacen
bromas: "aquí estamos, aunque la cita es en media hora". Otro
ejemplo: te puedes quedar sin pelo si te lo secas con la cocina de gas. Y esto
en el mejor de los casos".
Alucinante. Le ha faltado decir: "¡a joderse,
pringados!".
¿Rusia se prepara para una escalada en Ucrania?
Vamos con ello. Primero, hace unos días Rusia tomó la localidad de Soledar, ubicada al
este de Ucrania, en la zona de Donetsk.
Cuando se escriba un manual sobre esta guerra, seguramente a este episodio le dedicarán menos de un párrafo, pero a estas alturas del conflicto tiene importancia por varios :primero, porque Rusia hasta ese momento se ha destacado más por sus 'estratégicas' y sus bombardeos de la infraestructura energética ucraniana, que por sus avances en el frente.
De manera que se
instaló en el imaginario popular (al menos en el de esta zona del mundo) la
idea, seguramente en parte justificada, de que son muchísimo más débiles de lo
que parecían, de que se están quedando sin armamento y de que el que tienen es
una basura, de que los nuevos movilizados son todos unos borrachos inútiles (o
niños o presidiarios) que no cambiarán nada y bueno, más allá de los avances o
los retrocesos, lo que está claro es que en este tipo de mensajes la propaganda
influye tanto como en los que nos dicen que todos los combatientes ucranianos
son unos nazis, que es algo que se oye mucho, especialmente en ruso.
Pero bueno, vamos a
seguir. Segundo, y esto es lo más interesante: la captura de Soledar ha hecho
público un conflicto interno entre las élites militares rusas que durante meses
era un secreto a voces.
Un conflicto que enfrenta al Ministerio de Defensa con la empresa militar
privada Wagner y su
jefe, Evgueny Prigózhin,
convertido en uno de los halcones más mediáticos de estos meses, que reclutó a
presos a cambio de indultos, se sacó videos repartiendo mandarinas entre
prisioneros de guerra ucranianos, mandó audios informando sobre avances en el
Donbás en su canal de Telegram, etc. Cuando se tomó la localidad de Soledar,
este señor informó de que todo se había hecho únicamente con fuerzas de los
mercenarios de Wagner. Hizo especial hincapié en su discurso en que en ese
asalto no había participado nadie más y hasta envió una foto suya junto con los
mercenarios en una mina de sal de Soledar. Dos días después fue el Ministerio
de Defensa Ruso el que informó sobre la toma de la localidad.
Prigozhin ha sido
crítico con el Ministerio de Defensa desde hace un tiempo y el hecho de que el
Ministerio de Defensa le haya 'arrebatado' esa victoria a Wagner se ha
interpretado como una prueba de esas diferencias.
El caso es que inmediatamente después, el Ministerio de Defensa
anunció una serie de reorganizaciones importantes. Que también tienen varias
lecturas. ¿Se acuerdan del denominado 'general Armageddón', el 'carnicero de
Alepo', Serguéy Surovíkin a
quien pusieron a liderar la ofensiva militar en Ucrania en octubre? Pues ya no
la lidera más. En su lugar asumió el número dos de Defensa, el jefe del Estado
Mayor del Ejército, Valery
Guerásimov.
Y este podría ser el
mensaje del establishment y del propio Putin a la empresa Wagner y a su líder.
El mensaje vendría a ser: "Yo decido de quién son las victorias, yo decido
quiénes son los héroes, yo decido quién va a llevar esto a cabo y cómo. Los
demás obedecen y cumplen órdenes". Así que el hecho de poner a la mano
derecha del ministro de Defensa al mando de todo podría ser una suerte de señal
de apoyo hacia el ministerio y sus estrategias.
Valery Guerásimov es el señor al
que durante años toda la prensa internacional presentó como autor de la
denominada 'doctrina Guerasimov', que otorga mayor importancia a las guerras
híbridas frente a las convencionales. Unas guerras en las que se utilizan
herramientas como la propaganda, las operaciones psicológicas, etc. Lo que me
gustaría destacar sobre este señor es que es un militar que tiene experiencia
en la segunda campaña rusa en Chechenia y en Siria.
Su homólogo ucraniano, Valery Zaluzhny, el jefe del Estado Mayor de Ucrania,
dijo en una entrevista a Time que
tiene mucho respeto a la experiencia de Guerasimov, y se refirió a él como una
de las personas más inteligentes que conoce.
Bueno, el caso es que lo que se especula es que Guerasimov llegó
para liderar una nueva ofensiva. Por decirlo de algún modo, esta sustitución
materializa una estrategia que los analistas que interpretan las decisiones del
Kremlin han definido de la siguiente manera: en los momentos en los que había
que asumir ciertas derrotas o retrocesos, necesitaron a Surovikin básicamente
para cargar sobre sus hombros movimientos como la retirada de Jersón, que golpeó
duramente la imagen de todo el Ejército.
Porque si bien ambos
son hombres "del sistema", a Guerasimov se le vincula mucho más con
Putin, se le considera alguien de su círculo más cercano.
El hecho de que la OTAN esté insistiendo tanto en la necesidad de
entregar más armamento a Ucrania y todo el debate en torno al tema de los
tanques, también sería una confirmación de la preparación para esa eventual
escalada. Ayer se informó de que un centenar de soldados ucranianos llegaron a
EEUU para recibir, en Oklahoma, entrenamiento en el sistema de defensa
antiaérea Patriot, capaz de
derribar misiles de crucero, misiles balísticos de corto alcance y aviación.
CNN publicaba hace unos días un artículo titulado 'Cómo
se ha convertido Ucrania en un laboratorio para las armas occidentales y la
innovación en el campo de batalla', en el que hablan,
citando a las autoridades estadounidenses, de la 'rara oportunidad' que les dio
esta guerra para ver cómo funcionan sus armas en el campo de batalla real.
"Ninguno de estos equipos se ha utilizado nunca en una guerra entre dos
naciones industrialmente desarrolladas". "La guerra en Ucrania ha
sido una increíble fuente de datos sobre la utilidad de sus propios
sistemas", afirman fuentes familiarizadas con la inteligencia occidental.
En el año 2021 las acciones de las principales empresas
armamentísticas estadounidenses han dado saltos igual de increíbles. 40% de
crecimiento en tan sólo un año de Northrop Grumman (nort-rop gráman), 15% de Raytheon, 34% de Lockheed Martin. El
monto de los grandes contratos armamentísticos acordados casi se duplicó el
pasado año, pasando de un valor de 15.500 millones de dólares en 2021 a 28.000
millones de dólares en 2022, según un análisis de Foreign Policy.
Con todos estos datos
sobre la mesa, parece ingenuo esperar, a corto y medio plazo, algún tipo de
negociación. Tanto Rusia como Ucrania parecen confiar en que todavía pueden
mejorar sus posiciones y EEUU tiene una "rara oportunidad", como la
llama la CNN, para forrarse y para poner a prueba su armamento en una guerra en
la que no tendrán que perder ni un soldado.
Una inmejorable
oportunidad la que les ha otorgado esta "inteligente" decisión de
Rusia, que además de destruir el país vecino y matar a cientos de miles de sus
ciudadanos en señal de amor fraternal, también está entregando la vida de otros
cientos de miles de rusos que hasta el 24 de febrero vivían en un país que
soñaba con un futuro más próspero y con un mayor bienestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario