martes, 23 de marzo de 2021

Sesión Plenaria celebrada el marte día 23 de marzo de 2021


🔴 #EnDirecto El Pleno debate la toma en consideración de la Proposición de Ley Orgánica de reforma de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional, y de la Proposición de Ley relativa a la modificación del Código Penal en materia de orden público . A continuación, debatirá dos Proposiciones no de Ley y una moción. ▶ Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=10dFs... 🎥 Directo: https://app.congreso.es/AudiovisualCo... 📝 Nota de Prensa: https://www.congreso.es/web/guest/not... 🗓 Orden del Día: https://www.congreso.es/backoffice_do...


PROPOSICIONES NO DE LEY.
   Del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, por la que se insta al Gobierno a adherirse a la Resolución del Parlamento Europeo de 19 de septiembre de 2019 de condena de los totalitarismos nazi y comunista. (Núm.Exp. 162/000406)



DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO, POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A ADHERIRSE A LA RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO DE 19 DE SEPTIEMBRE DE 2019 DE CONDENA DE LOS TOTALITARISMOS NAZI Y COMUNISTA. (Número de expediente 162/000406).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Pasamos al punto del orden del día relativo a las proposiciones no de ley. Comenzamos con la proposición no de ley del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, por la que se insta al Gobierno a adherirse a la Resolución del Parlamento Europeo de 19 de septiembre de 2019, de condena de los totalitarismos nazi y comunista. Para la presentación de la iniciativa tiene la palabra la señora Gamarra Ruiz-Clavijo. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

La señora GAMARRA RUIZ-CLAVIJO: Señorías, el pasado 19 de noviembre la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados votó en contra de la aprobación de una proposición no de ley que resulta clave para conocer el grado de adhesión de los partidos políticos a los principios democráticos o a los valores que representa la Unión Europea. Con esta iniciativa, presentada por el Grupo Parlamentario Popular, instábamos al Gobierno de España a adherirse a la condena del Parlamento Europeo contra los

totalitarismos nazi y comunista, sin hacer ningún tipo de distinción jurídica o moral entre ambos. La declaración condenatoria de la Eurocámara estaba incluida en una resolución histórica, de 19 de septiembre del año 2019, sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa. Fue una resolución histórica porque cuando se cumplían ochenta años del estallido de la Segunda Guerra Mundial y treinta de la caída del muro de Berlín se ponía de una vez por todas punto y final a la permisividad moral con la que la trasnochada progresía sin fronteras ha venido enjuiciando desde antes de mayo de 1968 las atrocidades del totalitarismo comunista. Como bien dejó escrito Revel, «los negacionistas pronazis no han sido más de un puñado, mientras que los negacionistas procomunistas han sido legión.» En fin, la declaración fue aprobada en Estrasburgo por 535 votos a favor, 66 en contra y 52 abstenciones. Sí, señorías, 535 votos a favor y es que no era para menos.

Explicados los antecedentes, los españoles se preguntarán atónitos cómo es posible entonces que la Comisión Constitucional del Congreso se opusiera a la adhesión del Gobierno a una declaración tan fundamental, tan elemental —diría yo—, para cualquier demócrata, como es la condena de los crímenes perpetrados por todos los regímenes totalitarios en Europa. ¿Se trató de un episodio de amnesia histórica que sufrieron varias de sus señorías o acaso fueron víctimas ese día de una enajenación mental totalitaria?

Para contestar a este misterioso interrogante, debemos acudir al sentido del voto que formularon los distintos grupos parlamentarios. ¿Qué grupos de esta Cámara se negaron a condenar —abro comillas, señorías, y escuchen bien— los asesinatos en masa, genocidios y deportaciones perpetrados por los regímenes nazi y comunista? ¿Qué grupos no quisieron que el Gobierno se sumara al rechazo a toda manifestación y propagación de ideologías totalitarias, como el nazismo o el estalinismo, o a expresar el profundo respeto por cada una de las víctimas de estos sistemas totalitarios? ¿Quién y por qué razón pudo votar en contra de esta iniciativa? Pues, vayamos al Diario de Sesiones y verificaremos que esos votos en contra se materializan en el Partido Socialista Obrero Español, Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya, el PNV, el Grupo Parlamentario Plural y Bildu. Señorías, los españoles son plenamente conscientes de la perversión ética y moral de un partido como Bildu, heredero político confeso del totalitarismo etarra y congénitamente incapaz de condenar sus crímenes y sus atrocidades miserables. (Aplausos). Son también conscientes —desde luego, salvando las infinitas distancias democráticas con Bildu— del extravío ideológico de otras formaciones que disculpan en los altares del cinismo progresista las monstruosidades perpetradas por la teología comunista, cuando no hacen directa apología de ella. Y son también muy conscientes del seguidismo acomplejado que hace de todos ellos el Partido Socialista, no hace tanto pilar democrático de nuestro sistema de partidos.

Pues bien, a todos ellos, a todos ustedes, señorías, hoy el Partido Popular les brinda una segunda oportunidad, la oportunidad de retractarse en el Pleno del Congreso ante todos los españoles. Les ofrecemos esa ocasión de rectificar y demostrar una repulsa unánime contra los totalitarismos y regímenes autoritarios de toda calaña. Los de toda calaña, señorías, porque en cualquier parte del mundo deben condenarse y porque así además lo recoge esa resolución de la Eurocámara. La Unión Europea tiene la responsabilidad especial de promover y proteger la democracia, el respeto a los derechos humanos y el Estado de derecho no solo dentro, sino también fuera de la Unión Europea. Esto incluye, por tanto, por extensión geográfica y cultural, el totalitarismo que azota, tortura y mortifica a países como nuestra querida Venezuela.

Hace ya casi dos décadas los partidos presentes en esta Cámara aprobamos una condena sin ambages contra la dictadura franquista. Yo les insto ahora a que promuevan sin distinciones, negacionismos o equidistancias —y abro comillas de nuevo— una cultura común de memoria histórica que rechace los crímenes de los regímenes fascistas y estalinistas y de otros regímenes totalitarios y autoritarios del pasado como medio para fomentar, en particular entre las generaciones más jóvenes, la resiliencia ante las amenazas modernas que se ciernen sobre la democracia. Les instamos a todos a que se olviden de las manipulaciones históricas y, ya de paso, señores del PSOE, a que abandonen sus pactos ignominiosos con Bildu. Les rogamos a todos que dejen atrás los odios enconados, que aprovechemos esta votación para dar la espalda a la polarización y la agitación de los extremos para recuperar en estas horas terribles de pandemia aquel espíritu de la Transición sostenido en la concordia, la reconciliación, el acuerdo y la verdad compartida de nuestro pasado sin revisionismos ni tergiversaciones. Voten a favor de esta proposición no de ley para que Europa sea testigo de que toda la sociedad española está unida en el espíritu de reconciliación, de concordia y de respeto al pluralismo y a la defensa pacífica de todas las ideas que guió la Transición, que nos permitió dotarnos de la Constitución de 1978 y que tradujo jurídicamente esa voluntad de reencuentro de los españoles articulando un Estado social y democrático de derecho con una clara vocación integradora, como dice la tan querida por muchos de ustedes Ley de memoria histórica. Porque la memoria selectiva es el otro nombre de la posverdad que está erosionando nuestra memoria y convivencia democráticas en estos tiempos de pandemia. El Partido Popular les vuelve a brindar esa oportunidad y lo hacemos porque España lo merece.

Muchas gracias. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchísimas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Para la defensa de la enmienda formulada, por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV) tiene la palabra el señor Agirretxea Urresti.



El señor AGIRRETXEA URRESTI: Gracias, señor presidente.

Señoras y señores diputados, buenas tardes a todas y a todos. Debatimos la proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a adherirse a la Resolución del Parlamento Europeo del 19 septiembre 2019 de condena de los totalitarismos nazi y comunista, tal y como ha expuesto la proponente del Partido Popular. Esta proposición, aunque parece que es un plácido río que discurre sin ningún oleaje, tiene una corriente de fondo interna que dice lo que dice y más cosas de las que dice o su intencionalidad es decir algo más de lo que dice. Al Partido Nacionalista Vasco nadie le va a poder achacar la defensa de ningún totalitarismo ―¿cómo lo haríamos?―, sea del color que sea, porque lo hemos padecido en nuestras carnes y más de la mitad de nuestra vida. Hemos estado ilegalizados, represaliados, prohibidos, precisamente por el totalitarismo. Por lo tanto, cualquier totalitarismo siempre va a ser condenado firmemente por el Partido Nacionalista Vasco, porque ¿qué es el totalitarismo, al fin y al cabo? Ausencia y prohibición de libertad, conculcación de derechos básicos y humanos de pueblos y de personas; es cuando no hay libertad, cuando las personas no pueden decidir libremente, cuando no pueden opinar, cuando sus derechos humanos y básicos están prohibidos. Eso es un régimen totalitarista. Decía Orwell: Si el líder dice que tal evento no ocurrió, pues no ocurrió. Si dice que dos y dos son cinco, pues dos y dos son cinco. Esta perspectiva me preocupa mucho más que las bombas. A mí las bombas también, porque normalmente los que decían que dos y dos son cinco también echaban bombas. Algunas ideologías son de por sí totalitarias, no cabe duda. Otras pueden tener y han tenido aplicaciones totalitarias, totalitaristas, crueles, inhumanas. Esto es algo que ya no podemos discutir a estas alturas.

El Partido Popular nos pide que nos adhiramos a un texto que tiene muchos puntos, aunque ustedes hayan hecho una especie de resumen sobre la base de unos criterios restrictivos, de lo que a ustedes les interesaba decir. La resolución del Parlamento Europeo es una resolución amplia, con unos considerandos y una resolución que tiene muchísimos puntos. Por ejemplo, creo que se les ha olvidado leer el punto 10, que pide una cultura común de memoria histórica que rechace los crímenes de los regímenes fascistas y estalinistas ‘y de otros regímenes totalitarios y autoritarios del pasado’. ¿Se han olvidado de eso? Porque el punto 10, que ustedes precisamente han obviado, el PNV lo ha enmendado. La enmienda del Partido Nacionalista Vasco viene a colación porque, precisamente, hemos incluido los regímenes totalitarios del nazismo, del comunismo y del franquismo, por si a alguien se le había olvidado, porque señores del Partido Popular, este Estado ha tenido en su casa hasta antes de ayer un régimen totalitario, una dictadura, que surge tras un golpe de Estado y reprime a sangre y fuego y crea un Estado represivo que dura cuarenta años. Ustedes nunca han sido capaces de traer una resolución para condenarlo. Nunca se les ha ocurrido. Dicen en su propuesta que reiteradamente se han condenado los crímenes franquistas. ¿Cuántas veces? Porque le puedo decir todas las veces que ustedes se han negado a condenar el franquismo. Una vez lo tuvieron que hacer, en una resolución de 2002, porque ya no podían salir. ¿Les cito todas las veces en las que se han negado? Le puedo citar que en 2002, 2003, 2007, 2013, 2015, 2017 y más. Ustedes nos traen esta proposición no de ley con otras intenciones: buscar cobijo en esta declaración para no tener que enfrentarse a la verdadera historia reciente de este Estado y para marear la perdiz en la Ley de memoria histórica al querer poner a ras el terreno histórico, como si todo fuera igual.

Se me acaba el tiempo. Se lamentan de crímenes atroces y totalitarios, pero el crimen y el régimen franquista lo fue. Le voy a leer, antes de acabar, lo que el propio Franco decía…

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Lo siento, señor Agirretxea, ha terminado su tiempo. Gracias, señor Agirretxea. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

En turno de fijación de posiciones, por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el señor Botran Pahissa.


 


El señor BOTRAN PAHISSA: Gracias, presidente.

Esta PNL, al igual que la propia declaración del Parlamento Europeo, supone un intento de reescribir la historia del siglo XX desde el punto de vista de los vencedores de la Guerra Fría y querer estirar los esquemas de la Guerra Fría hasta el día de hoy, y persigue un triple objetivo. En primer lugar, relativizar lo que significó el nazifascismo; en segundo lugar, condenar no ya a los regímenes comunistas, sino la propia idea del comunismo o, más allá, la propia idea de que pueda existir una alternativa radical al capitalismo y, en tercer lugar, tapar los crímenes que se hicieron en nombre del anticomunismo, con los Estados Unidos al frente. En nombre del comunismo ciertamente se cometieron crímenes por parte de dictaduras —por cierto, muchas de las víctimas de esos crímenes eran también militantes comunistas—, pero también en nombre del comunismo se conquistaron muchísimos derechos sociales. No se entendería el Estado del bienestar sin la experiencia de la Unión Soviética; en nombre del comunismo, los derechos de las mujeres dieron pasos de gigante y con la revolución soviética las mujeres conquistaron el derecho de voto mucho antes que en la mayoría de los regímenes liberales, así como la despenalización del aborto, el divorcio, el matrimonio civil, los permisos de maternidad e incluso la llamada licencia menstrual. También en nombre del comunismo se puso en práctica por primera vez algo de lo que hoy somos mucho más conscientes de su importancia: las políticas de salud pública, y les pongo un ejemplo. La campaña mundial para la erradicación de la viruela fue liderada en su momento por la Unión Soviética, lo que contrasta muchísimo con la actitud que están teniendo hoy los principales países capitalistas, entre ellos el Estado español, que se niegan a compartir las vacunas contra la COVID. Ese enfoque fraternal y mundial de lo que son las políticas de salud pública consiguió erradicar por primera vez una enfermedad infecciosa y contrasta con lo que están haciendo hoy muchos países capitalistas. Y por último, en nombre o en alianza con el comunismo, se dieron las principales luchas coloniales. Nada de esto que he dicho se hubiese producido nunca, jamás en nombre del nazismo, porque el nazismo es intrínsecamente la desigualdad, intrínsecamente la eliminación del diferente y representa la guerra y el sometimiento de los considerados inferiores.

El tercer objetivo de esta revisión de la historia, como decía, es disimular los crímenes y retrocesos que se han dado en nombre precisamente del anticomunismo. Muchísimos golpes militares contaron con el apoyo o la planificación de los Estados Unidos a través de la CIA: de Jacobo Árbenz —en Guatemala— a Thomas Sankara —en Burkina Faso—, pasando por Patrice Lumumba —en el Congo— o Sukarno —en Indonesia—; golpes contra Gobiernos —muchos de ellos no eran comunistas—, con los que se planteaban fundamentalmente la reforma agraria o el control de los recursos naturales, unos cambios necesarios para sacar a sus países de la relaciones de dependencia y empobrecimiento, y ni eso permitieron esos Gobiernos que se llenaban la boca de libertad. Muchos de estos golpes comportaron un verdadero genocidio contra los militantes de izquierdas. Conocemos algo mejor casos de América del Sur, como Argentina o Chile, pero el caso que ya he citado de Indonesia nos resulta menos conocido y, sin embargo, supuso una de las peores matanzas de la historia, entre medio millón y dos millones de personas fueron exterminadas en Indonesia. Es difícil esclarecer la cifra porque en Indonesia siguen mandando los herederos de Sukarno apoyados por Estados Unidos.

La idea del comunismo ha sufrido derrotas y fracasos desde la Revolución francesa, pero significa llevar hasta sus últimas consecuencias la tríada de libertad igualdad y fraternidad. Por eso siempre renace con nuevas formas y nuevos impulsos; sin embargo, el nazismo no debe renacer nunca, jamás. Se nos trae, pues, el discurso del bando vencedor de la Guerra Fría, y debemos rechazarlo, y frente a estos eslóganes que pretenden hacer dicotomías que revivan esos crímenes de la Guerra Fría nosotros nos quedamos con el estribillo de una de las mejores canciones del obrerismo italiano: viva el comunismo y la libertad. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, tiene la palabra el señor Matute García de Jalón.




El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Señor presidente, señorías, con el objetivo de no caer en la desmemoria, porque todos y todas sabemos que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, permítanme que comience contándoles una historia. El 23 de octubre de 1940, un dictador sin escrúpulos,

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Lo siento, señor Agirretxea, ha terminado su tiempo. Gracias, señor Agirretxea. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

 

El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Señor presidente, señorías, con el objetivo de no caer en la desmemoria, porque todos y todas sabemos que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, permítanme que comience contándoles una historia. El 23 de octubre de 1940, un dictador sin escrúpulos, llamado Francisco Franco, se desplazó a la localidad vasca de Hendaya para encontrarse con otro dictador sin escrúpulos, llamado Adolfo Hitler. Tres años antes Hitler había echado una mano a Franco y había enviado a la Legión Cóndor a masacrar a la población de Gernika, a exterminar a refugiados andaluces en la Desbandá, bombardear Madrid, Barcelona, Alicante y Teruel. El caso es que Franco le debía una a su compañero de batallas, y en el vagón de un tren nazi Hitler pidió a sus hermanos españoles que le ayudaran a vencer al comunismo. Franco se retiró a Donostia a pensar la propuesta y le pidió a su embajador de entonces, Eugenio Espinosa de los Monteros, que expresara a los alemanes el compromiso del franquismo con la Alemania nazi. Unos meses después, Franco envió a la División Azul española a luchar contra el comunismo. La historia es de sobra conocida. Por fortuna, la División Azul y los nazis quedaron subcampeones en Stalingrado.

El 27 de enero de 1945, el Ejército Rojo liberó Auschwitz y mostró al mundo qué clase de régimen criminal había sido aliado de España durante los últimos años. Además de un millón de judíos, en aquel campo de exterminio murieron 1200 republicanos que huyeron del terror franquista, muchos de ellos comunistas, con ideología comunista, que no teología, porque seguramente ellos, igual que los comunistas de hoy, siguen y seguimos pensando que ni en dioses ni en reyes ni tribunos está el supremo salvador.

Pero ahora me gustaría contarles otra historia. El 20 de abril de 1963 el régimen franquista torturó y ejecutó al dirigente comunista Julián Grimau, tras un juicio sumarísimo donde fue condenado sin pruebas. Ante las protestas internacionales, el régimen de Franco salió a dar explicaciones. Fue el ministro franquista —les sonará— Manuel Fraga, después y a la sazón fundador de su propio partido, quien justificó el crimen en una rueda de prensa y achacó el fusilamiento —esto es literal— a los crímenes y atrocidades cometidas personalmente por este caballerete.

Pero tengo una tercera historia. El 20 de enero de 1969, la policía franquista arrestó al estudiante comunista Enrique Ruano, que cayó misteriosamente por la ventana de un séptimo piso. Adivinen quién organizó una campaña para justificar la muerte de Ruano. Efectivamente, el inefable Manuel Fraga, que ordenó publicar en ABC un diario manipulado de Ruano para sugerir que el joven tenía tendencias suicidas. Después, el señor Fraga, el mismo Fraga de siempre, llamó por teléfono a los padres de la víctima y les ordenó que dejaran de revolver si no querían que su otra hija acabara igual Ustedes, señorías del Partido Popular, presentan hoy una propuesta donde humillar a las víctimas del franquismo, muchas de ellas comunistas, tratando de equipararlas con la ideología criminal del Tercer Reich, y lo hacen únicamente para limpiar su mala conciencia, para que olvidemos también cuáles son los orígenes del fundador de su partido y la línea ideológica que perpetúan con su acción política. Ese es su pecado original y no el nuestro, tanto que les gusta hablar de herencias y herederos. Ustedes, señores del Partido Popular, presentan hoy una propuesta para condenar al nazismo como si el Gobierno de Rajoy no hubiera celebrado en 2013 un homenaje a la División Azul o como si su fundador, el señor Manuel Fraga, no hubiera firmado en 1971 un manifiesto por la liberación de Rudolf Hess, el número dos del régimen nazi de Hitler. Vienen ustedes aquí a condenar el nazismo como si no tuvieran acuerdos con un partido de ultraderecha que tiene a conocidos y viejos neonazis en sus listas electorales.

Nosotros vamos a votar que no, y lo hacemos por pura y mera convicción y memoria antifascista, por la memoria de tantos demócratas que entregaron lo mejor de sus vidas para que hoy podamos estar aquí hablando también desde esta tribuna, y lo hacemos por la memoria de Germán Rodríguez, militante comunista de la LKI que murió durante los Sanfermines de 1978 con un balazo de la policía en la cabeza. Han pasado ya cuarenta y tres años, y ustedes, en su acción de gobierno, se negaron a desclasificar los papeles de aquel crimen. Si de verdad quieren justicia, reparación y memoria para todas las víctimas, dejen de excusarse en el comunismo y empiecen a limpiar sus propias casas porque, al fin y al cabo, los nazis tuvieron su propio Núremberg, pero los franquistas aquí tuvieron una amnesia impuesta para el conjunto de la ciudadanía.

Nosotras y nosotros seguiremos honrando la memoria de los comunistas que lucharon por la libertad y la justicia, y seguiremos inspirándonos en sus letras y en sus escritos, en los escritos de comunistas y personas de izquierda vascas, como Gabriel Celaya, Blas de Otero y Gabriel Aresti cuando decía aquello de nire aitaren etxea defendituko dut, pero también en la memoria de comunistas españoles, como Miguel Hernández, cuando lanzaba una pregunta al aire antes de ser asesinado: ¿por qué no lleváis dispuesta contra tal villanía y contra toda villanía una hoz de rebeldía y un martillo de protesta? (Aplausos.—El señor Espinosa de los Monteros de Simón pide la palabra). Mila esker.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Señor Espinosa de los Monteros, cuando termine el debate. Continuamos con el debate y cuando termine le doy la palabra.

Tiene la palabra en estos momentos, por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, el señor Díaz Gómez.


El señor DÍAZ GÓMEZ: Gracias, presidente.

Los autoritarismos nazi y comunista son dos modalidades de asesinato en masa disfrazados de ideas. Es una coartada, una excusa para matar. Son una psicopatía y una desviación moral hacia los rincones más oscuros del alma. Las cifras de dolor y muerte de las dos ideas que más vidas han costado en el siglo XX están en permanente discusión por la magnitud de la matanza, pero nadie puede ubicarlas por debajo de los 120 millones de muertos. Yo me niego a separar hoy, como se está haciendo aquí, en dos bloques lo que es el dolor y la muerte, porque poner una idea detrás de un asesinato parece que lo motiva. Quien asesina es un asesino, no el portador de una idea; la idea es solo una justificación.

Ante la pregunta de si es peor el nazismo o el comunismo —aquí estamos viendo ahora loas al comunismo; viva el comunismo, ha dicho un portavoz—, les voy a responder con dos historias cortas. En 1989, repito, 1989, recién fusilado Ceaușescu, el dictador comunista rumano, unos científicos encabezados por Nathan Fox entraron en un orfanato y comprobaron un suceso extraño: que había centenares de bebés alineados en cunas y ninguno lloraba. Después se supo qué sucedía. En la Rumanía comunista de Ceaușescu les dio por la natalidad y había que tener hijos a la fuerza, había hasta una policía menstrual. El objetivo eracomo propuso VOX en esta Cámara. Equiparar al nazismo con cualquier ideología es banalizar el mal y los crímenes contra la humanidad que Hitler y Mussolini perpetraron en España. El nazifascismo es el único sistema que ha planificado y ejecutado la eliminación industrial de colectivos y pueblos enteros, comunistas —sí—, también gitanos, judíos, homosexuales, discapacitados. Tanta maldad nunca había sido conocida antes, por lo que hubo hasta que crear un nuevo delito, el delito de genocidio. Al decir la señora Ayuso que el fascismo es el lado correcto de la historia, el Partido Popular se convierte en cómplice de todo eso y revictimiza a millones de víctimas del nazifascismo.

La irresponsable competición del Partido Popular con la ultraderecha está degradando la democracia, pero también a ustedes. Fueron franquistas reconvertidos a demócratas quienes fundaron el Partido Popular, prebostes de la Dictadura que acordaban penas de muerte contra militantes del Partido Comunista de España por el único delito de hacer oposición política a la Dictadura. Los que habían conspirado contra el sistema constitucional y dieron un golpe de Estado y trajeron la invasión nazi a España. Así acabaron con la libertad de España durante cuarenta años, durante los cuales la derecha franquista —de la que ustedes nacieron— fusiló, encarceló, torturó y exilió a cientos de miles de compatriotas. Mientras Fraga aprobaba la condena a muerte de Julián Grimau en el Consejo de Ministros de Franco, los comunistas construían la reconciliación nacional. (Protestas). ¡Qué ignorantes que son! (Aplausos). Impulsamos el pacto constitucional y dimos apoyo a esta Constitución, que a ustedes tanto les costó aceptar. ¿O no lo recuerdan? Los comunistas, los socialistas, todos los demócratas, habíamos perdonado, les habíamos perdonado, a pesar de que siempre han rechazado en el Pleno de esta Cámara condenar el franquismo. Pero que les hayamos perdonado no les da ninguna autoridad moral para presentarse como demócratas y descalificar lo que ha representado y representa el Partido Comunista de España. (Aplausos). No vuelvan a hacer política con el odio y el enfrentamiento entre españoles, cesen en su empeño de llevar a la ultraderecha al Gobierno.

Imagino el inmenso sufrimiento por su deriva franquista de los pocos demócratas que van quedando en sus filas. No escuchen a las voces de su partido que decían que con Franco vivíamos en paz o exaltaban la extraordinaria placidez del franquismo. Escuchen a Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, militante de su partido, padre de la Constitución, quien dijo: Tengo una gran admiración por el Partido Comunista de España. El partido con el que yo nunca he coincidido políticamente fue una fuerza decisiva durante toda la época autoritaria. Quien de verdad hizo oposición fue el Partido Comunista de España. Al poeta Marcos Ana su torturador le preguntó: ¿Por qué es usted comunista? Y dijo: Porque lucho por una sociedad en la que a nadie le puedan hacer lo que usted ahora me está haciendo a mí. (Aplausos). Continuaremos luchando por la libertad… (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, puestos en pie).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Contreras Peláez. (Aplausos). aumentar la población en una década un 50 %. Si una pareja era estéril y no tenía hijos, tenía que pagar un impuesto especial. Consecuencia de esta política: se produjeron abandonos en las calles y más de cien mil niños no podían ser mantenidos por sus familias. La miseria que había generado el propio régimen comunista hacía inasumible este volumen de niños para los rumanos, y eran internados en verdaderas granjas. Centenares de cunas con bebés sin padres, niños esperando para ser adoptados, víctimas de abusos sexuales en una enorme mayoría, desnutridos, apaleados y encerrados, algunos muertos por divertimento de sus cuidadores. Los bebés del comunismo, tras el llanto por el hambre y el dolor por desnutrición, se rendían y dejaban de llorar. Dejaron de llorar porque nadie les atendía. Pero había celdas peores; los niños con algún tipo de discapacidad vivían en cuartos a oscuras. Cuando entraron estos científicos, encontraron que llevaban años viviendo rebozados en sus propios excrementos viendo solo una pared. Muchos fueron encontrados muertos, al menos veinte mil niños y bebés murieron en el régimen de Ceaușescu en estos orfanatos del Partido Comunista rumano.

La otra historia que les voy a contar tiene otro protagonista. Nissan y Esther Frenkel eran un matrimonio feliz que de Polonia se mudaron a Francia. En Francia tuvieron la mala suerte de que empezó la Segunda Guerra Mundial y fue invadida por los nazis. Tenían un hijo, Richard. Nissan, el padre de Richard, fue llevado a Auschwitz y asesinado, y Esther y el pequeño Richard fueron apresados. Pues, miren, Richard y su madre estuvieron juntos algo menos de un mes; el 7 de agosto —porque fueron detenidos en julio— arrancaron a Richard de los brazos de su madre. Ella fue introducida en un vagón de tren que tenía como destino las cámaras de gas. El niño de dos años fue llevado con 1800 niños más, cuyos padres habían sido asesinados ya. Tras un periplo de un mes de campo en campo, el niño fue llevado en el vagón 31 de un tren que llevaba 380 niños más. Tras la selección entre quiénes podían trabajar y quiénes no —un niño de dos años no está hecho para trabajar— fue seleccionado para ser llevado a las cámaras de gas; y allí fue trasladado, al mismo sitio donde había muerto su padre y donde murió su madre. Rodeado de otros niños como él, desnudo y totalmente desorientado, aspiró el veneno que lo mató.

Existe un testimonio, el que lanzó su madre desde el vagón de tren garabateado con lápiz en una cuartilla amarilla, que se conserva hoy en el Memorial de Auschwitz. ¿Qué escribió la madre de Richard? Sabiendo que su hijo se quedaba solo, una carta que lanzó desde el vagón. Les leo la carta: Queridos míos, ayer en el último minuto me llamaron para el traslado. Me han subido al tren y no sé qué ha sido de mi Richard. Él todavía está en Pithiviers. Salvad a mi niño, a mi bebé inocente. Cómo estará llorando. Nuestro sufrimiento no es nada. Salvar a mi Richard, a mi pequeño querido. Yo no puedo escribir, mi corazón, mi Richard, mi vida, está lejos y nadie le está protegiendo a mi pequeño de dos años. Muere deprisa, oh, niño mío; devolvedme a mi Richard. Firmado, Esther.

¿Me quieren decir si esto tiene una idea o una causa detrás? ¿Me quieren decir si una historia es peor que la otra? Cuidado con banalizar con el nazismo o con el comunismo; y mucho cuidado con utilizarlos para una campaña electoral banalizando y jugando con las vidas de estos niños.

Muchas gracias. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Por el Grupo Parlamentario Plural, tiene la palabra el señor Rego Candamil.

 

El señor REGO CANDAMIL: Grazas, señor presidente.

La pretensión del Partido Popular de igualar fascismo y comunismo es, simplemente, una ignominia; es equiparar víctimas y verdugos, dictadores y asesinos con luchadores y luchadoras por la libertad de los pueblos; o equiparar los crímenes del nazifascismo con los que contribuyeron, como nadie y con mucho sacrificio, a su derrota. Pero, claro, realmente al PP no le preocupa el fascismo; un partido fundado por ministros franquistas, que nunca han condenado de verdad la Dictadura y que gobierna con el apoyo de fascistas, y vienen aquí realmente a realizar una sucia campaña electoral desde la bajeza moral de la manipulación histórica.

Verán, en Galiza, donde no hubo frente de guerra, más de seis mil personas comunistas, nacionalistas, socialistas, republicanos, demócratas en definitiva, fueron asesinados impunemente. ¿Esos crímenes no les preocupan? Mientras el franquismo cercenaba vidas y libertades, en Galiza comunistas y nacionalistas sostenían la lucha por la libertad en las montañas de mi país, en las fábricas, en las universidades y en las calles. Mientras ustedes crecían a la sombra del poder, comunistas y patriotas gallegos, como Moncho Reboiras, militante de la UPG, eran asesinados o encarcelados precisamente por luchar por la libertad.

Dejen la indecencia manipuladora. Si quieren condenar, empiecen por condenar el franquismo; si quieren investigar, empiecen por los crímenes del fascismo español y por rescatar los restos, la memoria y la dignidad de sus víctimas.

Obrigado.

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Por el Grupo Parlamentario Plural también, El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Por el Grupo Parlamentario Plural también, tiene la palabra señor Boadella Esteve.






El señor BOADELLA ESTEVE: Buenas tardes.

Nos traen en este punto la cuestión relativa a suscribir esta resolución del Parlamento Europeo del 19 de septiembre de 2019, y voy a ser claro: es tan grave lo uno como lo otro, es tan grave el comunismo como el nazismo y, por tanto, nos van a encontrar a la hora de sumarnos a esta resolución, pero uno tiene la sensación de que vamos a estar aquí en campaña permanente y que esto se va a hacer muy largo hasta el 4 de mayo. Ustedes han utilizado este lema de «Libertad o comunismo» y están dispuestos a irlo repitiendo en cada una de las diferentes sesiones que aquí tenemos, y cualquier excusa, incluso una resolución del año 2019, les sirve para ir machacando con este tema. ¿Hace falta? Si somos Unión Europea nos creemos las resoluciones del Parlamento Europeo. ¿Hace falta ratificarlo en las Cortes Generales, ratificarlo en los parlamentos de las comunidades autónomas, ratificarlo en los plenos de los ayuntamientos? Si quieren, podemos empezar así y no acabar nunca.

Si algo hay que ratificar son otras cosas por parte de España, y les voy a dar algunos ejemplos, como las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, todas aquellas que dicen que España sistemáticamente incumple el derecho a un juicio justo, tribunal que condena a España por torturas, que condena a España en temas de libertad de expresión. O directivas europeas, porque el PP nos plantea ahora aquí ratificar esta resolución del Parlamento Europeo, pero les voy a contar una anécdota que poca gente creo que sabe, y que vale la pena exponer a la audiencia pública. Directiva 2016/ 80, que se aprobó el 27 de abril del 2016. España obligada a trasponer esta directiva europea a la normativa interna, límite el 6 de mayo del 2018. El presidente Rajoy fue presidente desde 2011 hasta junio de 2018. Pues bien, no haber traspuesto esta directiva a la normativa interna ha supuesto una sanción de 15 millones de euros para España y 89 000 euros al día de multa desde el 25 de febrero de 2020. Quizá vale más la pena utilizar este Parlamento para trasponer las directivas europeas a la legislación española para no tener que soportar estas multas que recurrir a resoluciones del Parlamento Europeo. Siete de cada diez penalizaciones respecto a directivas europeas son a España. España tarda de media doce meses más que cualquier otro país de la Unión Europea. Pues, sinceramente, ni fascismo ni nazismo, pero tampoco esta política que poco aporta al resto de personas que viven en nuestro país.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias.

Por el Grupo Parlamentario Republicano tiene la palabra el señor Nuet Pujals. (Pausa.―Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


El señor NUET PUJALS: Gracias, señor presidente.

Señora Gamarra, le voy a explicar una historia familiar para que pueda en parte entender el sentir de mi grupo parlamentario, y creo que también el sentir de muchas generaciones de catalanes que la han vivido. Lo digo para que pueda entender la posición de mi grupo ante este vestigio de la guerra fría que nos está presentando, hasta podríamos decir ante este alegato macartista que hoy nos sirve en la tribuna.

Mire, mi padre en 1938, con diecisiete años, cruzó el Ebro en la ofensiva republicana. (Aplausos). Era, como muchos otros, un militante, un miliciano de la JSU, las Juventudes Socialistas Unificadas. Hace muchos años me contó que tuvo mucho miedo: las bombas, los gritos de sus compañeros cuando morían en el frente, y después los seis largos años de campos de concentración franquistas. ¿Sabe por qué lo hizo, señora Gamarra? ¿Sabe cuál es el origen de ese sacrificio? ¿Por qué una persona pasa por eso? Pues es muy sencillo, para que usted se pueda levantar de su escaño y pueda aquí, de forma libre, decir lo que piensa sin temer ningún tipo de represalias. (Aplausos). Mi padre luchó por su libertad, por mi libertad y por nuestra libertad. A veces, cuando subo a esta tribuna y tengo dudas —les puedo asegurar que son muchas las veces—, pienso en su ejemplo. A veces, cuando subo a esta tribuna y tengo dudas, no me olvido de que muy cerca de aquí, en la Puerta del Sol, donde hoy se gobierna la Comunidad de Madrid, teníamos la Dirección General de Seguridad, donde muchos militantes de mi partido fueron torturados hasta la muerte. Cuando tengo dudas, no olvido a los militantes comunistas que pasaron por la cárcel de Burgos. Cuando tengo dudas, señora Gamarra —si me está escuchando—, le puedo asegurar que recuerdo a los militantes de mi partido que fueron torturados hasta la muerte en la comisaría de Vía Laietana, de Barcelona. Todo eso lo recuerdo cuando tengo dudas. Le puedo asegurar que a veces, en el silencio de la noche, oigo sus gritos. ¿Me puede creer, señora Gamarra, que puedo aún escuchar los gritos de mis camaradas?

Aquí estamos en el Estado español, no estamos en otro país de Europa y la historia de los comunistas de este Estado es una historia asociada siempre a la libertad y a la democracia. (Aplausos). Siempre asociada a la libertad y a la democracia. Le puedo asegurar que hay gente que no entiende por qué le tenemos tanta manía a la comisaría de Vía Laietana, en Barcelona. Se lo diré: aunque pinten esas paredes mil veces, las seguimos viendo manchadas de sangre de mis camaradas, señora Gamarra, se lo aseguro. (Aplausos).

Para un marxista, la libertad nunca puede separarse de los bienes materiales que garantizan la existencia del ser humano. Esa es nuestra concepción de la libertad, no la manipulen. En cambio ustedes en la casilla de la libertad tienen aún muchas cuentas pendientes: tenemos las cunetas llenas de militantes comunistas asesinados por la Dictadura; tenemos los cementerios, las tapias de los cementerios de este país llenas de militantes comunistas asesinados por la Dictadura. Sus nombres resuenan: Buenaventura Durruti, Federica Montseny, Andreu Nin, Pepe Díaz, Joan Comorera, Teresa Pàmies, Neus Català. (Aplausos). No olvide nunca aquel poema: Primero… (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Republicano, puestos en pie).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Lo siento, señor Nuet, ha terminado su tiempo. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, tiene la palabra el señor Santiago Romero.



El señor SANTIAGO ROMERO: Gracias, señor presidente.

El trío de Colón está en campaña electoral permanente, atacando a la izquierda, copiando discursos y argumentos del NO-DO franquista; criminalizando al comunismo buscan descalificar a los demócratas que trajeron la democracia a España. Para ustedes son comunistas no solo la militancia del PCE, una de las fuerzas políticas que más ha luchado por la democracia y la libertad, sino que, como en el franquismo, han vuelto a utilizar el término comunista para insultar a cualquier persona de izquierdas o que defienda lo público o la garantía de los derechos constitucionales. Los derechos los quieren solo para ustedes, y para los demás nos dejan las obligaciones.

Esta PNL se desautoriza al escuchar a su candidata Díaz Ayuso declarar que el fascismo es el lado bueno de la historia. Buscan el odio, el enfrentamiento entre españoles nuevamente. (Rumores). La derecha que ustedes representan ha ilegalizado al Partido Comunista tres veces, porque el Partido Comunista siempre ha representado la libertad, no como ustedes. (Rumores.―Aplausos). Y preparan el terreno para la cuarta ilegalización, esta vez también de todas las fuerzas de izquierdas y nacionalistas,

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como propuso VOX en esta Cámara. Equiparar al nazismo con cualquier ideología es banalizar el mal y los crímenes contra la humanidad que Hitler y Mussolini perpetraron en España. El nazifascismo es el único sistema que ha planificado y ejecutado la eliminación industrial de colectivos y pueblos enteros, comunistas —sí—, también gitanos, judíos, homosexuales, discapacitados. Tanta maldad nunca había sido conocida antes, por lo que hubo hasta que crear un nuevo delito, el delito de genocidio. Al decir la señora Ayuso que el fascismo es el lado correcto de la historia, el Partido Popular se convierte en cómplice de todo eso y revictimiza a millones de víctimas del nazifascismo.

La irresponsable competición del Partido Popular con la ultraderecha está degradando la democracia, pero también a ustedes. Fueron franquistas reconvertidos a demócratas quienes fundaron el Partido Popular, prebostes de la Dictadura que acordaban penas de muerte contra militantes del Partido Comunista de España por el único delito de hacer oposición política a la Dictadura. Los que habían conspirado contra el sistema constitucional y dieron un golpe de Estado y trajeron la invasión nazi a España. Así acabaron con la libertad de España durante cuarenta años, durante los cuales la derecha franquista —de la que ustedes nacieron— fusiló, encarceló, torturó y exilió a cientos de miles de compatriotas. Mientras Fraga aprobaba la condena a muerte de Julián Grimau en el Consejo de Ministros de Franco, los comunistas construían la reconciliación nacional. (Protestas). ¡Qué ignorantes que son! (Aplausos). Impulsamos el pacto constitucional y dimos apoyo a esta Constitución, que a ustedes tanto les costó aceptar. ¿O no lo recuerdan? Los comunistas, los socialistas, todos los demócratas, habíamos perdonado, les habíamos perdonado, a pesar de que siempre han rechazado en el Pleno de esta Cámara condenar el franquismo. Pero que les hayamos perdonado no les da ninguna autoridad moral para presentarse como demócratas y descalificar lo que ha representado y representa el Partido Comunista de España. (Aplausos). No vuelvan a hacer política con el odio y el enfrentamiento entre españoles, cesen en su empeño de llevar a la ultraderecha al Gobierno.

Imagino el inmenso sufrimiento por su deriva franquista de los pocos demócratas que van quedando en sus filas. No escuchen a las voces de su partido que decían que con Franco vivíamos en paz o exaltaban la extraordinaria placidez del franquismo. Escuchen a Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, militante de su partido, padre de la Constitución, quien dijo: Tengo una gran admiración por el Partido Comunista de España. El partido con el que yo nunca he coincidido políticamente fue una fuerza decisiva durante toda la época autoritaria. Quien de verdad hizo oposición fue el Partido Comunista de España. Al poeta Marcos Ana su torturador le preguntó: ¿Por qué es usted comunista? Y dijo: Porque lucho por una sociedad en la que a nadie le puedan hacer lo que usted ahora me está haciendo a mí. (Aplausos). Continuaremos luchando por la libertad… (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, puestos en pie).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Contreras Peláez. (Aplausos).


Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Contreras Peláez. (Aplausos).

 

El señor CONTRERAS PELÁEZ: Buenas tardes.

Nosotros vamos a votar a favor de esta PNL. Nos congratula que el Grupo Popular la haya presentado. Creemos, sin embargo, que para ser totalmente consecuentes con ella deberían rescindir el acuerdo de colaboración con el Partido Comunista Chino que firmó Dolores de Cospedal en 2013. (Aplausos).

Nos parece un deber elemental de memoria y justicia rendir homenaje a las decenas de millones de víctimas del comunismo a lo largo de los siglos XX y XXI, y parece que es la primera vez que se hace en esta Cámara. (Aplausos). Si existiesen diputados que elogiasen a Hitler, que llevasen esvásticas, nos alarmaríamos con razón y, sin embargo, en esta Cámara —y lo acabamos de ver una vez más esta tarde— se sientan muchos diputados que exhiben la hoz y el martillo, reivindican sin ambages los crímenes del comunismo a lo largo del siglo XX, como acaba de hacer el señor Santiago, y alaban la revolución soviética; celebran en sus redes la revolución soviética, que en realidad fue un punch bolchevique; se sienta entre nosotros el secretario general del Partido Comunista, y se sienta entre nosotros el vicepresidente Iglesias, que es público admirador de Lenin.

La impunidad del comunismo procede de un equívoco histórico que es la presencia de la Unión Soviética entre las potencias victoriosas en la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, desde 1945, los comunistas han tenido la habilidad de hacerse pasar por la antítesis del fascismo. Y como en nuestro imaginario el fascismo ha quedado como el mal absoluto, eso implicaría que el comunismo sería el bien

absoluto. Ahora bien, en realidad fascismo y comunismo son primos hermanos, lo demuestra el hecho de que después del Pacto Ribbentrop-Mólotov, entre 1939 y 1941, los dos sistemas colaboraron amigablemente, invadieron Polonia al alimón y se repartieron Europa Oriental. Esa amistad solo quedó truncada por la traición de Hitler. Las afinidades entre fascismo y comunismo son evidentes. Nationalsozialismus debería traducirse como socialismo nacional. Ambas ideologías proceden de una misma catástrofe histórica: la Primera Guerra Mundial, con su devaluación de la vida humana, con la impresión general de que el liberalismo había fracasado. Ambas subordinan incondicionalmente al individuo a un Estado total supuestamente portador de un grandioso proyecto histórico, que es la construcción de la sociedad sin clases en el caso del comunismo o la supremacía aria en el caso del nazismo; un Estado total que extiende sus tentáculos a toda la sociedad, infiltra o destruye los cuerpos intermedios tales como la familia o la Iglesia, adoctrina constantemente a la población a través de la educación y los medios de comunicación y encierra en campos de concentración a sus enemigos reales o imaginarios.

Por cierto, la faceta criminal del comunismo no fue una desviación, no fue un accidente, sino que estaba ya implícita en sus mismas bases teóricas, en la obra de Marx. Quien haya leído la obra de Marx sabe que él se burlaba de los Parlamentos, de los derechos, los consideraba engaños con los cuales la burguesía encubría su dominación de clase. Lo más importante que comparten fascismo y comunismo es su interpretación bélica de la historia, la historia interpretada como lucha de clases en el caso del comunismo o como lucha de razas en el caso del nazismo. Y esto conduce a la criminalización de categorías humanas completas; categorías étnicas en el caso del nazismo, por ejemplo, los judíos; clases sociales en el caso del comunismo: aristócratas, burgueses, kulaks, etcétera. En un sistema totalitario como el fascista o el comunista el delito consiste no en haber hecho esto o lo otro, sino en ser esto o lo otro. Lo dijo literalmente Martin Latsis, uno de los primeros jefes de la Checa, la policía política soviética. Los prisioneros de la Checa deben ser juzgados no con arreglo a sus acciones, sino con arreglo a sus orígenes sociales.

El nazismo fue, afortunadamente, destruido en 1945, pero el comunismo nunca ha tenido su juicio de Núremberg. Se da una asimetría muy clara entre los dos. Todo el mundo sabe lo que fue Auschwitz, nadie sabe lo que fue Kolimá. Todo el mundo sabe quién fue Goebbels, nadie sabe quién fue Beria. Pues bien, recordemos desde aquí emocionadamente a los 400 000 cosacos exterminados por Lenin en 1919, los 5 millones de muertos en el Holodomor ucraniano en 1933, los 30 millones de chinos muertos en el Gran Salto Adelante de 1959, los 2 millones de camboyanos exterminados por los comunistas, los Jemeres rojos, a partir de 1975, y los… (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchísimas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).

Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra el señor Simancas Simancas.

Señorías, está ya el orador en el estrado. Por favor.

El señor SIMANCAS SIMANCAS: Gracias, señor presidente.



Señorías, el Partido Popular nos propone ratificar aquí una resolución del Parlamento Europeo del año 2019 y, como aquí nos fiamos lo justito de la derecha patria, vamos a la fuente. ¿Qué dice la resolución

del Parlamento Europeo? Condenar en los términos más enérgicos los regímenes comunista, nazi y otros regímenes totalitarios. Otros regímenes totalitarios, podríamos pensar, por ejemplo, en la dictadura totalitaria franquista.

¿Qué nos somete a votación hoy aquí el Partido Popular? Condenar los totalitarismos nazi y comunista. Punto. ¡Oiga, que se les ha caído la última parte de la frase, señora Gamarra! (Aplausos). ¡Se les ha caído la última parte de la frase! ¿Un error tipográfico? ¿Con las prisas se les ha olvidado condenar a ustedes la dictadura franquista? ¿Se suben aquí a hablar de dignidad democrática, condenan la dictadura rusa, la dictadura alemana, pero se olvidan de condenar la dictadura que asesinó a miles de españoles y que nos condenó a cuarenta años sin libertad? ¡Venga ya, señora Gamarra! ¡Venga ya!

Hay más resoluciones en esta que nos traen del Parlamento Europeo. Se dice: El Parlamento Europeo expresa su profundo respeto por cada una de las víctimas de los regímenes totalitarios. ¿Saben ustedes que había españoles entre las víctimas de los campos de exterminio nazi? Había españoles, uno de ellos fue secuestrado y torturado por la Gestapo en la Francia ocupada y fue encerrado en el campo de exterminio de Sachsenhausen, al norte de Berlín. Había sido presidente del Gobierno español, socialista,

se llamaba Francisco Largo Caballero y ustedes tuvieron la desvergüenza de romper a martillazos la placa en la que le homenajeaba el pueblo madrileño. (Aplausos). Dignidad democrática.

Más cosas que se les ha olvidado en esta resolución. Dice la resolución del Parlamento Europeo: Condenar el revisionismo histórico y expresar preocupación ante la creciente aceptación de ideologías radicales y la regresión al fascismo, el racismo y la xenofobia. El Parlamento Europeo llama a condenar y aislar a la ultraderecha y ustedes les ofrecen consejerías de Educación en Murcia y pactos en Madrid y en Andalucía. (Aplausos).

Y si no es el europeísmo y si no es la condena del totalitarismo, ¿por qué han traído ustedes esta iniciativa al Parlamento español? La clave está en el día en que decidieron incluirlo en el orden del día, el miércoles pasado, justo cuando los periódicos advertían de la posibilidad de que llegara a la vicepresidencia del Gobierno de España una mujer comunista y de Comisiones Obreras. ¿De verdad quieren ustedes asimilar, equiparar a la ministra de Trabajo con Adolfo Hitler, al Gobierno de España con el régimen nazi, que asesinó a millones de personas? ¿De verdad? ¿De verdad quieren ustedes quitar al Gobierno de España no ya la razón, sino el fundamento moral más básico? ¿Eso es dignidad democrática? ¿Y qué será lo siguiente, la ilegalización? ¿Primero los ‘indepes’, después los comunistas y luego los socialistas, para quedarse solos en el Parlamento, como esos parlamentos de hace ochenta años que añora el señor Abascal, para no tener que molestarse en comprar tránsfugas? ¿Ustedes solos en el Parlamento? (Aplausos). Si ganan las elecciones, bien; si no, me compro un par de diputados y, si no, acabo con el adversario tachándole de comunista, de nazi o de filoterrorista.

Hablan de libertad, la libertad que ustedes defienden en Madrid, la libertad de contagiar, de reventar consensos, de recortar, de privatizar, de saquear los recursos de todos. Esto no es libertad, es injusticia. La libertad es un concepto vacío si no va acompañado de derechos, si no va acompañado de dignidad, señorías del Partido Popular, y esta es la libertad que defendieron Largo Caballero, Indalecio Prieto y comunistas también, como Santiago Carrillo o como los abogados de Atocha, por ejemplo (aplausos), como Marcelino Camacho, señorías del Partido Popular, gente que merece memoria, reconocimiento y homenaje, sí, en la ley de memoria democrática que traerá este Gobierno, que tiene en su seno socialistas y comunistas, un Gobierno legítimo, democrático y orgulloso de defender el interés general y la necesidad de plantarles cara a ustedes, antes, ahora y siempre, porque socialismo es libertad.

Ténganlo en cuenta.

Muchas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie.—Aplausos del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común).

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchísimas gracias. (Pausa.—Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores.—El señor Espinosa de los Monteros de Simón pide la palabra).

Señor Espinosa de los Monteros, ¿a qué artículo apela?




El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Artículo 72 en relación con el 71.3 por alusiones, señor presidente.

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Dígame exactamente la alusión a la que se refiere antes de darle la palabra.

El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: He escuchado alusiones a nuestro partido, llamándonos fascistas, que me gustaría rebatir y además ha habido alusiones personales que también me gustaría rebatir. Como usted me ha dejado al final, supongo que podremos sumar cuestiones.

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): No.

El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: ¿No?

El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): No. Le doy solo un minuto de tiempo en relación con la que se refiere a la mención concreta de los apellidos a los que usted hace referencia.

El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Arranco con los familiares, pero insisto en pedir por alusiones que se han hecho a este partido.


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