Sobre la renuncia a la vicepresidencia del gobierno de España de Pablo Iglesias
17 DE MARZO DE
2021, 12:38
Voy a ser heterodoxo y
disconforme con el pensamiento mediático, político y social dominante. Una
aclaración previa, que me parece necesaria. No soy militante de Unidas
Podemos. Insisto no soy militante de Unidas Podemos. Puede que algún
despistado y mal intencionado, que abundan en esta España nuestra todavía lo
dude por el contenido de este artículo. Allá él. Soy militante del PSOE.
¿Está claro? Sé que a no pocos de mi propio partido les va molestar lo que voy
a escribir. Pero, tengo que hacer una defensa de Pablo Iglesias. Por cierto,
sin él, Pedro Sánchez no sería presidente del gobierno de España. He observado
que los ataques a Iglesias por parte de gente del PSOE han sido tan furibundos
como los de la derecha. Y a veces incluso los superan, como los de Emiliano
García-Page.
Quiero hacer una serie
de preguntas. ¿En nuestra democracia plena ha habido un partido, como Unidas
Podemos, y sobre todo Pablo Iglesias su máximo representante, que hayan sufrido
más ataques por la gran mayoría de los medios? ¡Qué contraste con el apoyo
mediático a Ciudadanos y a Albert Rivera y hasta hace poco a Inés Arrimadas! De
este apoyo podría hablarnos Josep Oliú. ¿Ha habido algún partido, como Unidas
Podemos, que haya sido llevado más veces ante los tribunales y a su vez más
veces declarado inocente? ¿La justicia española ha mostrado la misma diligencia
con otros partidos políticos y con algunos personajes de la familia real? ¿Por
qué tal persecución mediática, política y jurídica a Unidas Podemos y a Pablo
Iglesias? ¿Por qué tienen tanto miedo a este partido y especialmente a Pablo
Iglesias? Yo tengo muy clara la respuesta. Hay gente detrás que no da la cara y
que mueve los hilos. Grave amenaza para una democracia ser gobernado por
poderes ocultos. Lo cual ocurre cuando los que firman no son los que
mandan. Los que mandan hace tiempo que han decidido que Unidas
Podemos y especialmente Pablo Iglesias desaparezcan de nuestro espacio político.
Y hasta que lo consigan, no pararán. Y van por buen camino en sus
propósitos.
Un profesor
universitario de Historia Contemporánea recientemente me decía que ya se
estudia en las Facultades de Ciencias de la Información el acoso continuo a
nivel mediático a Unidas Podemos y especialmente a Pablo Iglesias.
En este contexto
citado, ningún medio ha valorado el hecho de que Pablo Iglesias haya renunciado
a toda una vicepresidencia del gobierno de España, que está entre los países
más importantes de la Unión Europea. No todo el mundo es capaz de hacer una
renuncia de tal nivel institucional. Es más, en esta España nuestra observamos
cómo muchos, la gran mayoría, somos capaces de cualquier cosa por llegar a un
cargo. Como dijo el conde Romanones: "Se necesitaría un libro
para recordar las bajezas que he visto cometer para lograr una vara de alcalde,
y no digamos una cartera de ministro". Y acierta de pleno el conde
Romanones, que de política algo sabía. En el caso que citamos no estamos
hablando de una vara de alcalde, ni de una cartera de ministro, es mucho más,
toda una vicepresidencia del gobierno de España.
Insisto esta renuncia
ningún medio, ni tampoco la mayoría de la sociedad, por lo que yo he comentado
con algunos amigos en las redes, la ha tenido en cuenta ni la ha valorado,
porque deber ser un hecho muy” normal”. Todo lo contrario. Su renuncia ha sido
interpretada por una gran mayoría como una desestabilización del gobierno de
Sánchez especialmente en unos momentos tan críticos. ¡Qué nivel de hipocresía!
Los mismos que lo criticaban de desestabilizar al gobierno desde dentro, ahora
lo critican de desestabilizarlo porque se va. Leñe, ¿en qué quedamos? Que se
quede o que se vaya. Lo que no se puede hacer a la vez es estar en misa y
repicando.
Tengo la intuición que
la capacidad de aguante de una persona, acosada, insultada y vilipendiada todos
los días, por tierra, mar y aire, tiene un límite. En sede parlamentaria ha
sido acusado de “criminal”, “asesino” “marqués Galapagar”, etc. En la mayoría
de los medios no han ido a la zaga. Los insultos cargados de odio han sido
numerosos y brutales. Como prueba los emitidos por parte del que dirige un
programa matutino en una cadena muy popular de raíz religiosa y profundamente
evangélica, que hace unas fechas tuvo la osadía de llamarlo "basura del
moño rojo". Y les garantizo que este insulto es de los más leves. ¡Vaya
siembra de valores evangélicos! ¿Los propietarios de esa cadena no sienten
vergüenza de tales epítetos? Y si nos fijamos en las redes sociales, los insultos
truculentos y soeces, plenos de odio, sobrepasan cualquier límite de lo
razonable. Incluso ese acoso ha llegado a su familia, esposa e hijos. Se ha
llegado a tratar de saber en qué guardería estaban sus hijos. Un redactor de un
medio se personó en varias ocasiones en casa de la cuidadora de los
niños, provocando una “alteración
evidente” de sus vidas. Realmente son insoportables tales
situaciones para cualquier persona normal. Por ello, entiendo que la renuncia a
la vicepresidencia del gobierno para presentarse como candidato por Unidas
Podemos a las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid, pueda ser un
preámbulo para su retirada de la política activa y dar paso a otras personas.
Yo en su lugar haría lo mismo. Como profesor titular de universidad; como
tertuliano, conferenciante, escritor de libros y artículos, y asesor de
gobiernos, no tendrá problema económico alguno para vivir y para pagar su
chalet de Galapagar, que parece ha sido el gran problema nacional -mucho más
que la Gürtel-, el cual que yo sepa, se lo paga él con su pareja, al haber
suscrito una hipoteca, cuya cantidad todos hemos conocido. Para algunos
puristas en este país la gente de izquierdas deberíamos vivir en una chabola y
no ir a un restaurante a la carta y comer de bocadillo.
Como conclusión. No sé
cuál es el propósito de Pablo Iglesias, tras la renuncia a la vicepresidencia
del gobierno de España, insisto a la vicepresidencia del gobierno de España. Lo
ignoro. Yo no tengo la clarividencia de la gran mayoría de los tertulianos que
ya nos han descrito con todo tipo de detalles cuáles son sus intenciones. Son
muchas y todas perversas.
Por todo lo expuesto, yo lo tendría muy
claro, y puede que también lo tenga Pablo Iglesias. "Ahí os quedáis. Yo no
me subo a este barco. Toda España para vosotros". Me parece muy oportuna
para esta situación la frase pronunciada en 1873: «Señores, voy a
serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros», por el primer
presidente de la brevísima Primera República, Estanislao Figueras,
momentos antes de dimitir, de coger los bártulos y exiliarse en Francia. Espero
que Pablo Iglesias no se exilie, aunque a muchos no les importaría.
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