SIN ÁNIMO DE OFENDER / por Jorge
Fernández
“Aporofobia”, la
palabra del año 2017 explicada por su autora
La
autora del neologismo ha explicado en una conferencia TED reciente, por qué
esta palabra era necesaria, y por qué a su juicio es revolucionaria.(JORGE FERNÁNDEZ,
19/03/2018) El pasado viernes 16 de marzo, la Federación de
Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) hacía pública una declaración en la
que, entre otras cuestiones, en sus puntos 3 y 4, censuraba el Evangelio de la Prosperidad y su
“relato aporofóbico”, con el que “se avergüenza y estigmatiza a los pobres”.
Puede que algunos
lectores hayan tenido que ir al diccionario o a la Wikipedia para encontrar el
significado de este neologismo, acuñado hace 22 años por la valenciana Adela Cortina Orts,
Catedrática Emérita de Ética y Filosofía Política de la Universitat de València
(entre otros muchos cargos y honores[1]), pero que no ha sido integrado al diccionario de la Real
Academia de la Lengua hasta el pasado 20 de diciembre de 2017 y que, apenas
unos días después, fue
elegida “palabra del año 2017” por la Fundéu
BBVA.
No es
frecuente conocer a personas de la misma generación de uno, capaces de crear
palabras nuevas que se conviertan en tan poco tiempo en imprescindibles para
definir de forma precisa conceptos que, de otra manera, no
podrían conocerse ni comprenderse en su plenitud.
Menos frecuente
aun, es poder escuchar de primera mano la exposición de motivos de la autora de ese
neologismo imprescindible. De allí el interés excepcional de
esta ponencia de Adela Cortina en la conferencia TED del pasado 23
de febrero de 2018, que gracias a la tecnología hoy podemos
compartirles aquí, en el espacio de esta columna donde rara vez encontrarán
nuestros lectores reflexiones tan profundas, explicadas de forma tan sencilla y
magistral.
“NECESARIA Y REVOLUCIONARIA”
Es una exposición amena, profunda
y sencilla, a la que bien vale dedicarle los 25 minutos, 43
segundos de duración.
“aporofobia” era necesaria, porque “necesitamos
llamar a las cosas por su nombre”, y revolucionaria, porque nos
puede ayudar a “desactivar esa ideología” que describe.
Es una exposición amena, profunda y sencilla, a la que bien vale dedicarle los 25 minutos, 43 segundos de duración.
CONFERENCIA TED / ADELA CORTINA
ORTS
“No hay ningún ser humano que no tenga nada valioso que ofrecer”. Adela Cortina nos presenta una nueva palabra, ‘aporofobia’: el miedo o rechazo hacia la pobreza y hacia las personas sin recursos. Incorporada por la RAE a su diccionario recientemente, Cortina presenta los significados sociales y éticos que engloba dicha palabra. Más información
Catedrática
Emérita de Ética y Filosofía Política de la Universitat de València, miembro de
número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y Doctora Honoris
Causa por la Universitat Politécnica de València y diversas universidades.
Trabaja en temas como ciudadanía, democracia o cosmopolitismo, y en la
aplicación de la ética a la economía y la empresa, a la ciencia, la técnica, la
política, el desarrollo humano, la bioética, los medios de comunicación o la
educación. Catedrática Emérita de Ética y Filosofía Política de la Universitat
de València, miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y
Políticas y Doctora Honoris Causa por la Universitat Politécnica de València y
diversas universidades. Trabaja en temas como ciudadanía, democracia o
cosmopolitismo, y en la aplicación de la ética a la economía y la empresa, a la
ciencia, la técnica, la política, el desarrollo humano, la bioética, los medios
de comunicación o la educación.
ALGUNAS “PERLAS” DE ADELA CORTINA EN ESTE VÍDEO “A los 81 millones de extranjeros ricos que nos visitaron, les
recibimos con hospitalidad; a los extranjeros pobres, les recibimos
con hostilidad”
“La
historia humana consiste, al menos en parte, en ir poniendo nombres a las
cosas para incorporarlas al mundo humano del diálogo, la conciencia y la
reflexión, al ser de la palabra y la escritura, sin las que esas cosas no son
parte nuestra”. “Es
imposible señalar con el dedo (ideas abstractas como) la democracia, la libertad,
la conciencia, la belleza o la compasión. Necesitamos acuñar palabras para
definirlas. Tampoco es posible señalar el mundo deplorable de odios sin
palabras que lo definan: al extranjero (xenofobia), al de otra raza
(racismo), a las mujeres (misoginia), a los musulmanes (islamofobia), a los
judíos (antisemitismo), a los cristianos (cristianofobia)” "Y
necesitábamos un nombre para el odio y el rechazo a los pobres porque,
desgraciadamente, existe ese rechazo. De allí se me ocurrió el término #aporofobia (áporos: pobre; fobos: miedo)” “En
2017 vinieron a España 81 millones de turistas, su dinero es la principal
fuente de ingresos de nuestro país. Son extranjeros y, sin embargo, no
producen xenofobia, rechazo al extranjero por ser extranjero, sino que se les
acogió con hospitalidad. Hasta creamos un Grado académico de Ciencias de la
hospitalidad”. “Hay
otro tipo de extranjeros que sí que produce rechazo: los inmigrantes pobres y
los refugiados políticos. Los que huyen de las guerras y también de la
miseria. A ellos no les hemos recibido con hospitalidad, sino con
hostilidad”. “El
cerebro es egocéntrico de forma natural (El Gen egoísta).
Este afán de supervivencia nos induce a controlar nuestro entorno inmediato y
a buscar lo familiar, lo que se parece a nosotros, la seguridad, a preferir
lo conocido” “Sin
embargo, igual que somos egoístas también estamos predispuestos a ofrecer, a
dar (El Gen altruista). Es más
rentable e inteligente cooperar y sumar”. “En
la sociedad “homo reciprocans”,
contractualista y cooperativa se excluye al que no entra en el juego del
intercambio, porque no parece que pueda ofrecer ningún beneficio a cambio.
¿Quiénes son los 'sin poder'? Pueden ser los discapacitados psíquicos, los
enfermos mentales, los pobres de solemnidad, los sin papeles... los que no
pueden devolver los bienes que se intercambian”. “La buena
noticia es que el cerebro es enormemente plástico. Podemos superar la #aporofobia mediante la educación formal e
informal: 1) Educando desde la familia, la escuela, las redes; 2) Educando
sobre la compasión; 3) Erradicando la pobreza. Es posible y es un deber de
justicia” “Necesitamos algo más… necesitamos
instituciones igualitarias, que ofrezcan compasión, que pongan en valor la
dignidad humana, con una mirada lúcida que pueda ver en la persona, aun en
aquella persona que aparentemente no tiene nada que ofrecer a cambio, que no
hay ninguna persona que de verdad no tenga nada que ofrecer”. |
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