Irene Montero: "En España es imposible conciliar;
el compromiso del Gobierno es cambiarlo"
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La ministra de Igualdad anuncia una mesa de diálogo con la sociedad civil y
los agentes sociales para la conciliación.
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Hace balance de su primer año de mandato, marcado por la Covid, y habla de
las próximas iniciativas de su cartera.
JESÚS MORALES ARACELI GUEDE BIEITO
ÁLVAREZ
NOTICIA20.01.2021 - 07:17h
La ministra de Igualdad,
Irene Montero.
Irene Montero recibe a 20minutos en
el Ministerio de
Igualdad, el mismo sitio en el que este medio la entrevistó en la semana del
polémico 8 de marzo de 2020. Entonces hacía dos meses que había
llegado al cargo. Ahora cumple su primer año de mandato y sin duda el balance
viene marcado por la Covid, una pandemia que
entre otras cuestiones ha dejado plenamente patente la
"imposibilidad" de conciliar en España. La ministra resume lo
abordado durante este tiempo y también ahonda en cuáles serán sus siguientes
objetivos.
¿Cómo valora su primer año como ministra
de Igualdad, que ha coincidido con el coronavirus? Para las mujeres ha sido
especialmente difícil. Se han puesto negro sobre blanco muchos problemas
estructurales que tiene este país. Por ejemplo, que es imposible conciliar, que
las personas que sostienen los cuidados son las madres y las abuelas, también
los colegios, y que cuando esos mecanismos se caen son las mujeres las que los
llevan sobre sus hombros.
¿La pandemia ha acrecentado esos
problemas? Ha hecho acuciante
la necesidad de políticas de conciliación, de que los cuidados sean un derecho,
y la importancia de los servicios públicos. Hay que fortalecer lo común y poner
en el centro la vida de las mujeres, no frente a los hombres, sino para que
todos vivamos mejor.
¿Qué medidas concretas van a adoptar? El problema no se va a resolver en
una legislatura, pero el compromiso del Gobierno es trabajar para cambiarlo.
Como Gobierno hemos hecho cosas diferentes a lo que habrían hecho otros. Hemos
protegido a la gente que más lo necesita. Pero también hemos dejado deudas
pendientes. La más importante, con las mujeres. No ha habido ninguna respuesta
a un problema urgente de conciliación de miles de mujeres.
Estamos centradas en
asegurar que el Plan Corresponsables pueda concretarse en este primer semestre
¿Por qué? No hemos sido capaces, durante la
pandemia, de encontrar un parche que compensara que en España nunca ha habido
políticas públicas sólidas que favorezcan la conciliación y que entiendan los
cuidados como un derecho. Se han entendido como una tarea privada que casi
biológicamente correspondía a las mujeres.
¿Qué otra gran deuda ha quedado pendiente? Con la infancia. Teníamos que
haberla tenido en cuenta en el diseño de las políticas públicas. La semilla más
importante que podemos plantar para resolver ese problema estructural es el
Plan Corresponsables. Son 200 millones que por primera vez va a gestionar de
forma directa un Ministerio de Igualdad, es decir, entendiendo que ocuparse
socialmente de los cuidados es una tarea feminista. Son 200 millones para
facilitar la conciliación de familias con menores de 14 años. Queremos que
refuercen los servicios públicos.
¿Cómo se facilitará la conciliación de
esas familias? Tenemos que hablarlo con las comunidades porque son las que van a tener las
competencias. Los planes concretos tenemos que negociarlos también con las
organizaciones de la sociedad civil. En las próximas semanas impulsaremos una
mesa de diálogo sobre cuidados y conciliación para reunir a agentes sindicales
y a actores sociales.
¿Quiénes estarán en esa mesa? Al respecto hay visiones muy
diferentes y es necesario escuchar a todos los que llevan décadas pensando en
esas políticas. Pienso por ejemplo en Malas Madres. Los sindicatos tienen muchísimo
ideado también. Y en España hay personas que llevan años pensando sobre los
usos del tiempo. No se trata solo de poder conciliar, sino de entender que por
ejemplo las mujeres somos mucho más pobres de tiempo. Los usos de tiempo pasan
por pensar los horarios comerciales, lo que dedicamos a trabajar, al ocio, a cuidar
de la familia, a nosotros mismos...
Próximamente estará
listo el borrador de la ley trans y será útil para disipar dudas
¿Hay plazos? No puedo darlos porque no solo
depende de nosotras, pero la maquinaria del ministerio está centrada en
asegurar que el Plan Corresponsables pueda concretarse en este primer semestre.
El año pasado trabajamos mucho para aprobar unos reglamentos de planes de
igualdad y transparencia salarial en las empresas que también ayudan a la
conciliación.
Otro de los problemas que dejó el
confinamiento fue el encierro de las víctimas de violencia
de género con sus maltratadores. 2020 fue el año con menos
asesinatos pero aumentaron las denuncias por malos tratos. ¿Qué conclusiones
extraen? Desgraciadamente
pensamos que sería así en cuanto se declaró el estado de alarma. Por eso, 48
horas después ya habíamos puesto en funcionamiento como esenciales los
servicios de atención integral a las víctimas de violencia de género y habíamos
ampliado las formas de contactar con el 016 a través de métodos más silenciosos
que las llamadas, como WhatsApp o e-mail. También lanzamos el mensaje de que si
tenían miedo salieran a buscar ayuda. Fue un plan de contingencia que después
extendimos a las víctimas de trata con fines de explotación sexual y mujeres en
contextos de prostitución. El confinamiento incrementa la sensación de control
del agresor y por eso no aumentan necesariamente los asesinatos pero sí otras
formas de violencia menos visibles para la sociedad.
¿Se pueden mantener esos mecanismos puesto
que las situaciones anómalas persisten? Sin ninguna duda. La ley de libertad sexual
ahonda en que son necesarios esos servicios de atención especializada a las
mujeres y reforzar mucho el proceso de recuperación. También hicimos un pacto
con las comunidades sobre un mecanismo complementario al policial y judicial
que permita a las administraciones identificar a víctimas de explotación sexual
y en contextos de prostitución sin necesidad de denuncia o de que un juez
acredite su situación para acceder a servicios socioasistenciales. Lo creamos
por la urgencia de la pandemia, pero podemos seguir fortaleciéndolo.
Con la ley de libertad sexual sigue habiendo
dudas sobre cómo se articula el consentimiento. ¿Finalmente cómo quedará
plasmado? Estamos esperando
a ver el informe del Consejo General del Poder Judicial. Le enviamos esa ley en
octubre. Tenía un mes, pero se prorroga ya a más de tres. Ojalá esté cuanto
antes para que pueda seguir su tramitación.
¿Hay otras causas que la están
ralentizando? Es una ley muy ambiciosa. Va a encontrar oposición, sobre todo por
parte de una extrema derecha que niega la violencia machista. No me cabe duda
de que la mayoría del Parlamento la va a aceptar.
La ley trans también está generando
polémica, con enfrentamientos con la parte socialista del Gobierno. ¿Cuáles son
sus líneas generales? Los borradores de la ley LGTBI y de la ley trans están en fase de
redacción. Va a ser útil que próximamente podamos compartir esos textos para
disipar dudas. Buscan garantizar los derechos materiales de personas que ahora,
aunque los tienen reconocidos, les son vulnerados. Vamos a adaptarnos a la
normativa internacional. La OMS dice que las personas trans no son personas
enfermas, por lo tanto no les podemos exigir un informe psicológico o
psiquiátrico. Y vamos a cumplir con las sentencias del Tribunal Supremo y del
Constitucional, que dicen que la ley de 2007 tiene algunas lagunas.
Los vientres de
alquiler son un tipo de violencia machista
También parte del movimiento feminista
denuncia que ciertas expresiones que se barajan, como la de ‘personas
menstruantes’, suponen borrar el hecho biológico de ser mujer. ¿Cómo abordará
el borrador esas cuestiones? Los debates que pueden producirse en el movimiento feminista forman
parte de la esencia de su construcción. Pero hay un amplísimo consenso social
para garantizar los derechos de estas personas. Por otra parte, la ponencia de
la ley trans fue aceptada en el Congreso en 2019 con acuerdo hasta del PP. No
me cabe duda de que si había consenso social y político, ahora también lo
habrá.
También está entre sus planes reformar la
ley de salud sexual y reproductiva. ¿En qué situación está el proyecto de
derogar el permiso paterno para abortar a los 16 y 17 años? Hay chicas que no pueden contar que
se han quedado embarazadas y que quieren interrumpir ese embarazo o a las que,
si lo cuentan, sus padres les impiden hacerlo. Y a lo mejor ese embarazo es
consecuencia de una violación o de un abuso sexual en la familia. Hay casos en
los que es conflictiva la autorización expresa de los padres, pero en España se
debe garantizar la interrupción libre y segura del embarazo para todas las
mujeres.
¿Irá acompañado de campañas de
concienciación y sobre anticonceptivos? La base para una relación sexual y sentimental
basada en la igualdad es la educación desde muy temprano y estamos trabajando
en ello con el Ministerio de Educación.
Esa ley también abordará la gestación
subrogada. ¿Cómo se hará? Los vientres de alquiler son un tipo de violencia machista. Tenemos
que trabajar para que no se permita que en nuestro país sea posible de facto
tener un hijo o hija a través de un vientre de alquiler o que las empresas que
hacen esos contratos se anuncien de forma impune.
Por otro lado, ¿España abolirá la
prostitución? En materia de persecución de la industria proxeneta y en los
objetivos que las abolicionistas han planteado durante décadas, este Gobierno,
y en concreto este ministerio, va a llegar más lejos de lo que ningún otro
Gobierno ha llegado.
¿Qué espera del segundo año de mandato? Me gustaría poder hacer un
despliegue de las políticas feministas que llegue a la vida de las mujeres. Que
la ley del ‘solo sí es sí’ sea una realidad, el despliegue del Plan
Corresponsables, la tramitación de la ley trans y la ley LGTBI y algo que no es
de mi competencia pero a lo que habría que prestar mucha atención: la salud
mental y comunitaria, que deje de ser tabú decir ‘tengo ansiedad o depresión y
necesito ayuda’.
"Las tensiones garantizan la estabilidad del Gobierno"
La ministra de Igualdad,
Irene Montero, entrevistada por '20minutos'.JORGE PARÍS
¿Las tensiones dentro del Gobierno pueden
afectar a su continuidad? Todo lo contrario. Esos conflictos, esas tensiones, siempre desde la
lealtad al acuerdo de Gobierno y el respeto a nuestro socio, son el motor que
garantiza la continuidad y estabilidad del Gobierno y el cumplimiento de cada
uno de sus compromisos. Hay legislatura para rato.
¿Cree afortunado que Pablo Iglesias equiparara a Puigdemont con los exiliados
republicanos? El vicepresidente ha conseguido que por primera vez en nuestra
democracia la derecha política y mediática defiendan la memoria y la dignidad
de los héroes republicanos exiliados. Esperemos que eso se traduzca en que
reconozcamos la nacionalidad de los hijos y nietos que tuvieron en el exilio.
Nadie duda de nuestro compromiso ni el de Pablo Iglesias, con la dignidad de
los demócratas republicanos exiliados y represaliados. Él mismo es hijo y nieto
de víctimas de la dictadura.
¿Le preocupa la imagen del cruce entre usted y Teresa Rodríguez? Las cosas en política se demuestran
con hechos y desde el inicio, en este ministerio estamos centradas en hacer
políticas públicas feministas, que pasan por erradicar todas las violencias machistas
y por el reparto de riqueza, tiempo y cuidados.
¿Teme que el Ministerio de Economía
bloquee el plan para racionalizar horarios por la crisis? La productividad no desciende en los
países que repiensan la cantidad de horas que se trabaja, más bien lo contrario.
Hay que desplegar medidas que reflexionen sobre los usos del tiempo, entre
ellas, el número de horas trabajadas. No obstante, no querría dar a entender
que es nuestra principal medida porque no somos el Ministerio de Trabajo y
Economía Social. Nosotras trabajamos centradas en el Plan Corresponsables.
¿Habrá manifestación este 8-M después de
que el anterior estuviese marcado por la Covid y la polémica? Le corresponde decidirlo al
movimiento feminista. Ni el Gobierno ni el Ministerio de Igualdad convocan las
movilizaciones. Las asambleas ya se están reuniendo y no me cabe duda de que
las mujeres se van a hacer notar por millones este 8-M de forma segura en
cuanto a las indicaciones sanitarias o las restricciones que puedan
existir.
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