Venezuela: perspectivas económicas 2021 (II) | Pasqualina Curcio
Pasqualina Curcio
La economía venezolana en 2021, a nuestro modo de ver,
dependerá, entre otros factores de: 1) la evolución del covid-19, 2) la
intensidad de la guerra económica, 3) las respuestas que, antes los ataques, dé
el gobierno bolivariano.
La
disminución del 70% de la producción nacional entre 2013 y 2020 se debió
principalmente a:
1)
El bloqueo a Pdvsa que generó la caída de 78% de las exportaciones petroleras
afectando los ingresos en divisas necesarios para importar insumos, materia
prima y bienes de consumo final y, obligándonos a echar mano de nuestros
ahorros (las reservas internacionales) que también han disminuido 79% durante
el mismo período.
2)
El ataque al bolívar. que asciende a 1.726.121.979.187% desde el 2013. Al
inducir la depreciación del bolívar, el imperialismo afectó directamente los
costos de producción generando un aumento de todos los precios de la economía
que han variado 29.795.586.292% desde 2013 y con ésta la pulverización del
salario real en 99%. Esta caída del poder adquisitivo ha implicado que los
hogares disminuyan sus cantidades demandadas, por lo que, los productores, han cerrado
sus puertas. El ataque al bolívar también tiene efectos sobre el financiamiento
del presupuesto de gasto público impactando los servicios que presta el Estado.
Es el arma más poderosa, tiene por lo menos cuatro efectos: inflación,
deterioro del salario real, caída de la producción, desfinanciamiento de la
administración pública y la dolarización de facto.
3)
La decisión del BCV de recortar la cantidad de dinero real, la cual ha
disminuido 91% desde 2013. Esta política monetarista ha impedido el ajuste de
los salarios nominales de la administración pública potenciando los efectos
negativos que busca el ataque al bolívar de deteriorar el poder adquisitivo y,
por esa vía afectar las cantidades demandadas y con ella la producción. Esa
política también ha impedido garantizar un suficiente financiamiento al Estado
para la prestación de sus servicios, los cuales se han visto deteriorados,
contribuyendo al discurso del imperialismo de la supuesta necesidad de
privatización debido a la “ineficiencia” del Estado. Mientras el Ejecutivo
Nacional hace grandes esfuerzos por empujar los motores productivos, el
imperialismo, con el ataque al bolívar, hala en sentido contrario
aprovechándose de la fuerza de inercia permitida por el BCV. Esta política,
además, ha dejado libre el paso de las tropas del enemigo en esta guerra no
convencional, el dólar.
A
la política de recorte de dinero se le suma la de “flexibilización” del mercado
cambiario que no solo no ha contribuido a que desaparezca dolartoday como
habían asegurado, sino que tampoco han llegado las inversiones extranjeras a
nuestro país como lo
habían vaticinado. Por el contrario, en un escenario de permanente depreciación
inducida del bolívar, ha incentivado a la fuga de las poquitas divisas que
están ingresando por exportaciones.
4)
En 2020, para rematar, apareció el covid-19 y se incorporó a los factores
explicativos de la caída de la producción, que en 2020 se estima fue del 20%.
“Cambio” en la Casa
Blanca. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca este año 2021 no implicará
el cese del ataque al bolívar. Por el contrario, son precisamente los
demócratas los principales artífices y promotores de esta arma porque son los
que están directamente vinculados a los dueños de la Reserva Federal, es decir,
quienes manejan el dinero en EEUU. No es casual que los fenómenos
inflacionarios, los intentos de dolarización y las dolarizaciones en Nuestra
América se hayan registrado durante el gobierno del demócrata Bill Clinton
(1993- 2001). Incluso en Venezuela, según declaraciones de Steve Hanke, asesor
de Rafael Caldera y ahora asesor de dolartoday, estaba listo el decreto de
dolarización en 1996.
Joe
Biden no solo fue el vicepresidente de Barack Obama, sino que, además, al igual
que todos los candidatos presidenciales demócratas, contó con el financiamiento
de George Soros quien es fundador de la Open Society Foundation, organización
“filantrópica” que recibe financiamiento de, nada más y nada menos que de los
Rothschild y de los Rockefeller, principales
dueños de la Reserva Federal (FED). Fueron los Rothschild quienes dijeron:
“dadme el control sobre el dinero de una nación y no me importará quién redacte
sus leyes”.
Open
Society Foundation también financia al Instituto Albert Einstein fundado por el
artífice de las revoluciones de colores y de las acciones de las guerras no
convencionales, Gene Sharp, y también financia al Centro Internacional para el
Conflicto No Violento (Inci) que recordemos fue, a su vez, el financista del
grupo Javu. Para seguir hilando los vínculos, debemos decir que el Inci fue
fundado por Peter Ackerman quien además de haber sido cofundador del Instituto
Albert Einstein con Gene Sharp, fue director
y forma parte del Instituto Cato, organismo asesor (a través de uno de sus
principales miembros, Steve Hanke) del portal dolartoday, página web a través
de la cual atacan nuestro bolívar. Como ven, todo queda en familia.
Es
probable que con el gobierno de Biden haya un “acercamiento” y un “diálogo”,
incluso una “flexibilización” del bloqueo económico. De hecho, algunos voceros
estadounidenses del ala demócrata han manifestado estar en contra de las
“sanciones” contra Venezuela, no porque no compartan el objetivo de derrocar la
revolución bolivariana, sino porque consideran que estas acciones nos
victimizan ante los efectos de otras armas más poderosas, específicamente el
ataque al bolívar. Basta leer los tuits del profesor Hanke, repetimos, asesor
de dolartoday, quien, mientras promueve la dolarización en nuestro país, ha
criticado incesantemente a Trump por la intensificación de las “sanciones”.
En
el marco de un eventual “acercamiento y diálogo”, los demócratas, con su estilo
silencioso y encubierto, no cejarán en sus intentos de torcernos el brazo con
su ataque al bolívar el cual funciona como un torniquete que aprietan y aflojan
buscando
lograr por lo menos 4 objetivos no excluyentes: 1) forzar negociaciones que
privilegien sus intereses económicos, políticos y geopolíticos, o sea, hacerse
de nuestras riquezas, especialmente petróleo y oro; 2) la dolarización formal
para tratar de rescatar
el valor del dólar atornillándolo en la economía con mayores recursos del
Planeta, o sea Venezuela, lo que además le daría una significativa ventaja en
la guerra no convencional que EEUU libera contra China y Rusia, 3) derrocar la
revolución bolivariana y
por lo tanto, contener el socialismo, siempre con la amenaza a la paz como una
carta bajo la manga; 4) garantizarse el poder en Venezuela, incluso a cambio de
no tener, necesariamente, el gobierno.
Lo
que no ha terminado de entender el imperialismo es que luego de 500 años de
lucha por la independencia, el pueblo venezolano junto con su fuerza armada,
herederos de Guaicaipuro, de Bolívar y con el morral de Chávez en la espalda,
no cederán al chantaje ni a las amenazas de ningún imperio.
El
2021, será un año más de lucha por la independencia y la soberanía y así, los
venezolanos, conmemoraremos el Bicentenario de la Batalla y Victoria de
Carabobo. “Por fortuna se ha visto con frecuencia un puñado de hombres libres
vencer a imperios poderosos”. Simón Bolívar, 12 de octubre de 1818.
- Perspectivas
económicas 2021 | Pasqualina Curcio
- La
desigualdad: causa y consecuencia de la pandemia | Pasqualina Curcio
No hay comentarios:
Publicar un comentario